Un feminicidio cada 10 minutos
Cada día, 140 mujeres y niñas son asesinadas en el mundo por su pareja o un miembro de su familia, lo que significa un feminicidio cada 10 minutos, según un informe de ONU Mujeres y la Oficina de las Naciones Unidas publicado ayer, con motivo del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres. En Europa y América, los asesinatos de mujeres los cometen sobre todo sus parejas (64% y 58%, respectivamente). En el resto del mundo y según los datos disponibles, las mujeres tienen más posibilidades de ser asesinadas por familiares. Esto pone de relieve la necesidad de garantizar que la prevención de la violencia doméstica aborde las relaciones íntimas, así como los contextos familiares en los que las mujeres corren un mayor riesgo. Ayer mismo pusimos una nueva cruz a este terrorismo doméstico que no cesa: un menor de 17 años fue detenido la noche del domingo, en torno a las 23.30 horas, como presunto autor de las puñaladas en el cuello que acabaron con la vida de su expareja, una joven de 15 años, en Orihuela Costa (Alicante). Fue el hermano de la víctima quien avisó a los servicios de emergencia, que trasladaron a la adolescente al hospital de Torrevieja, donde murió. Al parecer, la víctima y su presunto homicida habían mantenido una relación y la joven decidió romperla hace unos días. Según las mismas fuentes, no existían denuncias previas por malos tratos. Y así, un día y otro y otro más, aquí y en el mundo entero, mientras el machismo y sus tentáculos siguen arruinando la vida de millones de mujeres. Ya decíamos ayer que las cifras solo son la punta del iceberg de una situación que no mejora por muchas leyes que aprobemos, lo que nos lleva a la conclusión de que, paralelamente al castigo penal, tenemos como sociedad la obligación de cambiar los cimientos de estos feminicidios que se encuentran en la educación y los roles tradicionales que se inculcan en casa. La igualdad solo se conseguirá pues con la implicación de todos los estamentos políticos, judiciales y sociales, comenzando por la escuela, los medios y los hombres que comparten con las mujeres la repugnancia por estos crímenes. Ha llegado el momento de que ellos digan también basta ya y no miren hacia otro lado y se impliquen al cien por cien en esta lucha que es de todos y es una epidemia mundial que no cesa.
CAP de La Bordeta
La mejora de un centro médico, un ambulatorio o un hospital es básico para la salud colectiva de cualquier comunidad. La salud, al igual que la educación, son los pilares de la sociedad del bienestar y entre los impuestos que pagamos todos, son siempre los prioritarios. La ampliación del CAP de La Bordeta es pues un eslabón positivo para este barrio