Un primer día para olvidar en el tren a Terrassa
Los leridanos estaríamos dispuestos a renunciar a alguna conexión directa por la nueva línea RL4 hasta Barcelona si esto comportara una mejora sustancial de la red de Rodalies Lleida, ahora inexistente más allá del nombre. La gran mayoría lo haríamos de buen grado si el número de convoyes entre Lleida y Cervera fueran eficaces, con suficientes trayectos adaptados a los horarios de trabajo o estudios, puntualidad e información, y lo mismo sucediera entre Lleida y Les Borges, Vinaixa, etc., por el recorrido de la costa. No nos importaría en algún horario bajarnos en Terrassa y en 3 o 5 minutos subir a otro tren hasta Barcelona si las conexiones fueran rápidas y estuvieran bien señalizadas y coordinadas. Pero el estreno de la nueva línea RL4 del pasado domingo fue un fracaso. Hasta una hora de demora entre Lleida y Terrassa, por no hablar del caos de conexión hasta la Ciudad Condal. Una inauguración fallida y sin garantías de poder reducir la movilidad en vehículo privado y optar por el transporte público. Alternativa que, hoy por hoy, en Lleida es todavía una quimera en estas líneas, AVE al margen (y que cada día es más impuntual en algunos horarios, dicho sea de paso). Las quejas de los usuarios que explicábamos en el diario de ayer hablan por sí solas. Retrasos, falta de información, descoordinación total y la sensación generalizada de que la conexión ferroviaria entre Lleida y el interior de Catalunya hacia Barcelona más que ganar, pierde, tanto en esta línea recién inaugurada como en la de la costa.
Semana crucial para Sánchez
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, afronta esta semana con un “calvario judicial” con una serie de declaraciones ante los tribunales de personas relacionadas con su entorno, una situación que él mismo, sus ministros y allegados ven como una “persecución” de la oposición y los movimientos de la derecha. Desde ayer y hasta el viernes pasarán por los juzgados algunos de los principales protagonistas de los dos casos que dominan el panorama judicial y mediático en España y que afectan al entorno del presidente del Gobierno. Uno de ellos es el denominado “caso Koldo”, que investiga una trama de corrupción que salpica al exministro socialista José Luis Ábalos y su asesor Koldo García, relacionada con la adjudicación de contratos de mascarillas en 2020. El otro caso implica a la mujer de Sánchez, Begoña Gómez, investigada por presuntos delitos de corrupción en los negocios y tráfico de influencias, entre otros, por la contratación de un “software” para el máster que codirigió en la Universidad Complutense de Madrid. Es evidente que la cúpula judicial no perdona a Sánchez la ley de amnistía a la que el Supremo se opone, pero cabe esperar a ver si Sánchez pasa la prueba del algodón.