Reformas educativas sin sentido
La conselleria de Educación que dirige Esther Niubó ha decidido finalmente aplazar hasta dentro de dos cursos los cambios en el currículum de Bachillerato que había anunciado con la finalidad de que haya el mayor consenso posible con la comunidad educativa y se puedan hacer más horas de materias obligatorias de modalidad, tanto en el ámbito de las ciencias como el de las humanidades. Esta marcha atrás llega después de la polémica por sus planes iniciales de reducción de horas de literatura y ciencias. En Bachillerato se puede escoger entre cuatro modalidades: artes (vía de artes plásticas, imagen y diseño, y vía de música y artes escénicas), ciencias y tecnología, general (en fase piloto) y humanidades y ciencias sociales. Los dos cursos se organizan en materias comunes, materias obligatorias de modalidad, materias de modalidad (dos como mínimo) y materias optativas (una anual y seis trimestrales en primero; una anual y tres trimestrales en segundo). Niubó ha dicho que ahora se proponen dos escenarios. Por una parte, “poder mantener y preservar” las horas de contenidos curriculares en ciencias, “a través de la franja de optativas”. Un escenario, sin embargo, reconoce la misma Niubó, que da más juego a la controversia “porque de alguna manera parece que estamos diciendo que perdemos horas de modalidad”. Veremos cómo acaba todo, pero hará bien la consellera en no dar por hecho ningún cambio sin antes debatirlo con los docentes, hartos de pagar los platos rotos de los malos resultados del informe PISA, que sitúa a Catalunya en la cola de varias materias, desde comprensión lectora a matemáticas, mientras los planes educativos cambian al mismo ritmo que los ciclos políticos, cada vez más cortos. Entre la incongruencia inicial de restar literatura en un país con dificultades lectoras y muchos nuevos alumnos con desconocimiento del catalán y del castellano, o de recortar las ciencias, que es la base de todo conocimiento, a dejar la solución en manos de las optativas, que son, como su nombre indica, voluntarias, debe haber un análisis riguroso y serio de cómo revertir la situación y esta solución ha de venir de la comunidad educativa. Cambio climático y TrumpLos expertos anunciaron un calentamiento global de 1,5 °C antes de 2027, impulsados por los gases de efecto invernadero y el cambio climático en su conjunto. Pues bien, su predicción ya se ha cumplido en 2024 y la dana de València y el incendio de Los Ángeles son los más claros ejemplos de lo que viene. Mientras, el nuevo presidente de EEUU, Donald Trump, es un negacionista climático. La realidad es muy tozuda y la desgracia de California le ha de servir para reaccionar, por el bien de todos
