Una feria capital para Les Borges y el territorio
La Fira de l’Oli de Les Borges Blanques abrió ayer su vigésima octava edición convertida en el referente de este sector a nivel de Catalunya y con la vocación de ampliar todavía más su proyección, como demuestra que este año cuente con un expositor de Jaén. De esta manera, consolida una trayectoria que empezó centrada en los aceites de categoría virgen extra que se producen en la comarca y que en los últimos años se ha abierto a los de otras procedencias, siempre con el requisito de que tengan esta categoría. Esta apertura es una buena forma de dar relevancia al producto local, porque no hay que tener miedo a compartir espacio con posibles competidores cuando su calidad es mejor o, como mínimo, igual que el que ofrecen estos. Además, tiene efectos positivos en el propio certamen, que este año aumenta su superficie y se abre al centro urbano ocupando una calle. Y otra de las cuestiones que también marcan esta edición es su apuesta por potenciar el ámbito gastronómico, con la puesta en marcha de un espacio denominado Oleoteca, que ofrece catas de aceite y actividades dirigidas a restauradores y se mantendrá activo durante todo el año. La difusión del patrimonio gastronómico y cultural es una característica que la de Les Borges comparte con las ferias que se celebran en la demarcación, que este año serán nada menos que 203, recuperando las cifras prepandemia. La directora general de Comercio, Marta Angerri, destacó ayer que suponen casi la mitad de las de Catalunya, lo que constata el dinamismo de los municipios leridanos.
Legislatura encallada
El líder de Junts, Carles Puigdemont, anunció ayer que su formación suspende todas las negociaciones con el PSOE y reclamó una reunión “urgente y extraordinaria” de representantes de ambos partidos en Suiza con un mediador internacional para evaluar el cumplimiento del pacto que permitió hace año y medio la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno. Añadió que, mientras, no darán apoyo a ningún proyecto de ley ni tampoco a validar decretos. Junts ha tomado esta decisión después de que Sánchez haya eludido someterse a la cuestión de confianza que le reclamó Puigdemont y el PSOE lograra el jueves aplazar que la Mesa del Congreso votara sobre la admisión o no de esta propuesta, ganando tiempo para negociar. No obstante, este órdago de Junts evidencia que la actual legislatura está encallada, entre otras cosas porque nada hace prever que habrá nuevos presupuestos a corto plazo. Sánchez, que fue investido por una mayoría muy precaria, se la juega, pero Puigdemont también, porque este panorama favorece la llegada al poder, más pronto o más tarde, del bloque PP-Vox