La vivienda, una prioridad absoluta
La compraventa de viviendas en Lleida lleva varios meses experimentando un crecimiento meteórico que no se veía desde los años previos a la crisis económica de 2008 y todo apunta a que todavía está lejos de alcanzar su techo. Así, en noviembre del año pasado se llevaron a cabo 563 operaciones, siendo el tercer mejor registro desde febrero de 2008 y doblando las del 2023 en el mismo período, según datos del Instituto Nacional de Estadística. Un crecimiento que confirma Lleida como la demarcación catalana en la que más subieron las compraventas de pisos y casas. El presidente del Colegio de Agentes inmobiliarios de Lleida, Josep Maria Esteve, afirma que “el cierre del año ha sido muy bueno y se prevé que el 2025 sea todavía mejor, nuestras previsiones son que se venderán todas las promociones o viviendas que salgan al mercado y, de hecho, quizás tenemos problemas de oferta si se cumplen las expectativas”. En cuanto a los motivos de esta subida, Esteve lo atribuye a la bajada de los tipos de interés, “que están al 2,5% y seguirán descendiendo”, al hecho de que “la compra de una vivienda se ha vuelto un valor refugio, más rentable que el alquiler, cuyos precios se están disparando”, y al crecimiento de Lleida, ya que más de la mitad de las ventas formalizadas en noviembre se hicieron en la capital. Estamos de acuerdo con Esteve en que estos factores han sido determinantes pero muchas de estas transacciones se han hecho sin hipotecas de por medio, lo que indica que la vivienda sigue siendo un potencial inversor, lo que no favorece el descenso de precios del alquiler ni asegura una vivienda digna a los miles de ciudadanos que no pueden pagarla, ni de compra ni de alquiler. Por tanto, es necesario construir pisos oficiales a precios asequibles, tanto de propiedad como para arrendarlos, y hay que seguir desincentivando la multipropiedad y las casas vacías. Tanto ayuntamientos como las diversas administraciones del Estado han de fijar el acceso a la vivienda como la prioridad del presente y del futuro. Europa y su poderDonald Trump no podrá cumplir sus promesas electorales de imponer un 100% de aranceles a países Brics, entre los que no está España por mucho que el nuevo presidente muestre su ignorancia incluyéndola, porque si lo hiciera y los países emergentes dejaran de comercializar con los EEUU, quien más perdería serían las propias empresas norteamericanas. De todas formas, hará bien Europa en unir sus fuerzas (la UE aporta casi el 18% del PIB mundial) porque los delirios del nuevo presidente pueden amenazar seriamente algunos sectores comerciales, lo que repercutiría negativamente en la economía leridana (aceite y vino sobre todo)