El Camp d’Esports y el Lleida CF
El juzgado de lo Contencioso-Administrativo de Lleida desestimó a principios de este mes de febrero el recurso interpuesto por el Lleida CF contra la resolución de la Paeria del 28 de enero de 2022 que acordaba la rescisión del convenio de uso del Camp d’Esports, de propiedad municipal, firmado en 2017. El juez basó su resolución en los argumentos de la Paeria, que apuntaban a que “el club no está al corriente de sus obligaciones con Hacienda y Seguridad Social” y que “ha incumplido la obligación de justificar las subvenciones recibidas”. A partir de ahí, la Paeria, titular del campo, preparó otro convenio que se hizo público ayer con su voluntad de que el Lleida CF siga jugando en el Camp d’Esports, pero bajo unas nuevas condiciones que aseguren el cumplimiento de la normativa. La propuesta, llamada de “uso especial”, tendrá una duración de 4 años y permitirá al club hacer uso gratuito de la instalación, sin pagar ningún canon ni gastos de mantenimiento. Además, el Lleida podrá explotar los servicios de restauración, taquillas y otras actividades vinculadas a la práctica deportiva, y el ayuntamiento quiere que sea el referente para todos los clubes de la ciudad. Sin embargo, para formalizar el acuerdo, el Lleida CF tendrá que solicitar oficialmente el uso del estadio y firmar el nuevo acuerdo. El alcalde ha hecho un llamamiento a la responsabilidad del club para aceptar las condiciones y trabajar conjuntamente por la ciudad, la afición y las empresas implicadas en el proyecto deportivo. “Este convenio será el referente para todos los clubes de la ciudad que utilizan grandes equipamientos municipales”, afirmó Larrosa, quien insistió en que la intención de la Paeria es recuperar el control de las instalaciones públicas. Por su parte, el adjunto a la presidencia del Lleida, Marc Torres, ve poco respeto en el hecho de que el ayuntamiento haya presentado la nueva propuesta al mismo tiempo a la prensa que al propio club y anuncia una querella por prevaricación, además de hacer un llamamiento a protestar ante el consistorio el lunes. La Paeria tiene razón en que el convenio se rescindió por incumplimientos antes de llegar Pereira y que, por tanto, había que redactar uno nuevo, y el Lleida quiere hacer valer su historia como equipo que representa a la ciudad y cree que, con la obligación de renovar el contrato cada 4 años, nadie querrá invertir en proyectos de futuro, por si por cualquier razón este pacto no se acabara renovando. Y un acuerdo sobre esta cuestión podría ser la solución. En este punto, sería bueno optar por la negociación, para lo que el Lleida CF debería apostar más por ella que por la confrontación y la judicialización, porque estas guerras en nada favorecen a la ciudad ni al propio club. Un equipo histórico que, a pesar de sus problemas, es la representación de un sentimiento de pertenencia a la ciudad y su fútbol.
