Propuestas para la mejora de la ESO
La junta de directores de los institutos de la ciudad de Lleida envió hace unos días un escrito al departamento de Educación proponiendo una serie de medidas para afrontar la continua llegada de alumnos foráneos a lo largo del curso. No se trata de incorporaciones puntuales, porque solo entre el 27 de junio y el 27 de septiembre, con la matrícula ya cerrada o con el curso comenzado, fueron escolarizados 343 nuevos estudiantes en los centros de Secundaria de la capital, la gran mayoría de ellos procedentes de otros países y que, por lo tanto, no entienden el catalán. De cara al próximo curso, Educación ha anunciado que tendrá en cuenta esta matrícula viva en la preinscripción, pero de entrada ya ha previsto el cierre de dos grupos de primero de ESO –ambos públicos– en la ciudad. En cambio, los directores apuestan por reducir las actuales ratios, que están fijadas en 25 alumnos por grupo, y garantizar que todos los centros tengan la misma proporción de plazas reservadas para alumnos con necesidades socioeducativas especiales (NESE). El objetivo es poder asegurar que los que vayan llegando a lo largo del curso puedan distribuirse de forma equitativa, a diferencia de lo que sucede ahora. En este sentido, destacan que en ocasiones se asignan a centros que tienen todas las plazas cubiertas, lo que provoca que haya aulas masificadas, o bien a otros que también tienen llenas todas las destinadas a NESE. Asimismo, ven indispensable que todos cuenten con aulas de acogida a tiempo completo, con profesionales asignados a las mismas. Estas aulas sirven para que los recién llegados adquieran un nivel suficiente de catalán que les permita integrarse de forma progresiva a la dinámica del grupo que les corresponde. Sin embargo, ahora se da el caso de que se incorporan directamente al mismo, lo que obliga a los profesores a tener que prestarles una atención individualizada que afecta negativamente al ritmo de aprendizaje global. Por último, los directores de institutos animan a Educación a ser “valiente” y a incluir también a los centros concertados ubicados en el extrarradio de la ciudad en el reparto de estos estudiantes –en el que sí participan los concertados que están en el centro urbano– y acaban señalando que si hay que recortar grupos habría que empezar por hacerlo en estos. El departamento de Educación manifestó ayer que no tiene previsto hacer cambios en la oferta que anunció la pasada semana para el próximo curso. No obstante, hay que concluir que el conjunto de propuestas planteadas son razonables si se quiere avanzar en la doble vertiente de la lucha contra la segregación escolar por la mejora del nivel global del aprendizaje, dos cuestiones básicas para tener un buen sistema educativo. Por eso haría bien la conselleria en atender los planteamientos de profesionales que conocen de primera mano la realidad de las aulas.