Reinventarse o desintegrarse ante la nueva realidad

Como en todas las crisis, también en esta, provocada por el Covid, habrá puestos de trabajo que desaparecerán y en los que sus profesionales deberán reinventarse o asumir el riesgo de desintegrarse y perderse en el nuevo mercado laboral. Son muchos los especialistas en el campo de recursos humanos que señalan que con la llegada de la pandemia se ha incrementado la demanda de los perfiles menos cualificados –repartidores, personal de almacén, de limpieza, etc.–. Reconocer esa realidad pasaría por asumir que no hemos entendido nada de la crisis actual y que pensamos seguir clasificando a los puestos de trabajo en cualificados o no, con base a las competencias académicas y técnicas, olvidando lo que para las personas es esencial, que se les aporte un valor diferencial en su interacción final, persona a persona –un valor añadido inherente al servicio y que debería ser importante a la hora de asignar a un profesional a una categoría–. Este cambio de modelo permitiría crear una nueva realidad basada en el reconocimiento a la calidad del trabajo final y no con base a criterios teóricos.

Puestos de trabajo que accederán al escalón de cualificados

Como usuarios de servicios, todos nos encontramos con profesionales que realizan su trabajo de forma poco cualificada: repartidores que consiguen sacarte de tus casillas al tocar al timbre esperando que la puerta se abra antes de que ellos pongan el dedo en el pulsador, otros a los que el mayor se les queda pegado al pulsador, pasando por aquellos que te entregan la mercancía y los albaranes sin darte tiempo a que hagas la más mínima comprobación con el resultado final de que tengas que llevárselo tú al vecino. Frente a los profesionales anteriores están aquellos que tienen encomendada la misma función y son capaces de hacerlo conforme a tu necesidad, dando tiempo para que salgas a recogerlo, explicándote los artículos que te entregan o indicándote que el día de la semana próxima en la que acostumbran a servir el pedido es festivo. A estos últimos no podemos indicarles que realizan un trabajo no cualificado. Los profesionales que actúan como estos últimos aportan valor y son muy cualificados con independencia de otros aspectos teóricos ligados a una vieja metodología de clasificación. Y en estos puestos en los que sus profesionales aportan valor sí que existirá mayor demanda en la nueva realidad laboral.

¿Qué empleos crecerán en la nueva economía?

Después de analizar distintas fuentes, entre ellas las que publica ADECCO, se señalan algunos sectores cuya demanda crecerá en la nueva economía: sector del comercio y la distribución, incluyendo el e-commerce, fabricación de maquinaria para el sector industrial (alimentación, material sanitario), sector agrario orientado al consumidor final y sin pasar por el distribuidor, sector de atención al cliente (teleoperadoras, telemarketing, etc.), sectores como los de limpieza de espacios públicos y un largo etc.

Esperemos, pues, que en la nueva realidad, a la hora de catalogar como cualificados a los profesionales no lo hagamos con la vieja norma y que el criterio imperante sea el de la aportación de valor a las personas.