Jubilarse entre barracones

En uno de los últimos programas antes de las vacaciones de Tot es mou, Helena Garcia Melero entrevistó a Jordi Montero, profesor y director del Instituto Vilafant de Figueres, con motivo de su jubilación. La entrevista la titularon Jubilar-se en barracons. La presentadora mantuvo un tono amable con el que pocos pueden competir y el profesor se mostró natural, sencillo y sabio en sus respuestas, sin mostrar la más mínima estridencia a los temas por los que se le preguntaron, temas que, en mi opinión, tienen un interés más allá del particular, temas que siendo tremendamente importantes para el entrevistado, nos abren a todos una ventana por la que asomarnos a una realidad diaria en la que, como siempre, podemos ver a unos que están al pie del terreno y de la realidad y a otros que viven instalados en las alturas mirando los problemas desde tal distancia que les resulta imposible percibir dicha realidad y, si alguna vez se acercan y son capaces de percibirla, parecen olvidarla con excesiva facilidad.

Jubilación / homenaje El profesor explicó como alumnos, docentes y personal del centro se habían confabulado –más de quinientas personas– rindiéndole un homenaje y una despedida sorpresa que, con toda probabilidad, tiene mucho que ver con los valores del profesor, del colegio y muy poco con la forma habitual en la que la mayoría de las personas viven esa salida de sus respectivas organizaciones al llegar el momento de la jubilación. Y es que unas veces por no contar con la iniciativa de quien pueda llevar el peso de tal organización y en otras porque el reloj se convierte en un cómplice incapaz de arrancar algo de tiempo a las agendas ajenas, acaban provocando que sean pocos los que pueden guardar en sus retinas las imágenes de unos momentos irrepetibles en una etapa en la que las personas deben dejar atrás una larga etapa profesional llena de vivencias e iniciar otra nueva en la que, probablemente, pesen más los recuerdos vividos que los estén por llegar. Víctor Manuel y las escuelas con barracones de Vilafant En la entrevista también nos explicaron cómo desde hace más de quince años los alumnos del citado centro reciben las clases en barracones provisionales.

Durante la misma, TV3 pasó un video y en el mismo algunos alumnos manifestaron las incomodidades que suponía hacer vida entre aquellas delgadas paredes, lo que provocaba, entre otras cosas, que algunos no se acostumbraran a utilizar los servicios y esperaran a hacer sus necesidades hasta volver a casa. La situación, y sin llegar al drama que nos describe Víctor Manuel en su vieja canción el Pozo número catorce, me recordó el paralelismo de las situaciones. En el caso que nos canta el cantautor sucedía después de una desgracia mortal y nos contaba cómo por delante del pozo minero pasaron alcaldes, Ingenieros y hasta gobernadores.

En el caso de Vilafant, y desde el año 2008, cuando empezaron las clases en barracones, también han pasado políticos, técnicos y otros administradores. Todos comprometiéndose a resolver la citada provisionalidad y, sin embargo, la situación sigue igual. Desconozco si será suficiente con la Ampa denunciando la situación y que TV3 se haya hecho eco de la misma o será necesario que algún autor local cante y cuente la situación.

Lo que sí sabemos es que en Catalunya casi diez mil alumnos reciben las clases en barracones, y eso en un país como el nuestro debería quedar atrás.