2024. Puertas abiertas

A las nuevas generacionesComo si de una carrera por etapas se tratara, pero sin que exista una meta final, cada una de las generaciones participantes en la carrera de la vida va escribiendo sus propias páginas, en parte con su estilo y en parte renegando del legado recibido. Pero siempre soñando con una nueva utopía, sin darse cuenta de que su secuencia no es tan distinta a la de sus predecesores ni a la valoración que sus sucesores harán de su legado. Aunque lo que sí es incuestionable, si repasamos el curso y la duración de las generaciones, es que sus miembros tienen cada vez menos tiempo para abordar los cambios, formativos, laborales y sociales en general. Desde los baby boomer (1949/1968), la generación X (1969/1980), la de los millennials (1981/1993), la Z (1994/2010) y ahora la Alfa, los críos nacidos después de 2011 y bautizada así por el consultor australiano Mark McCrindle por ser la primera generación cuyos miembros han nacido todos en el siglo XXI, siendo el principio de algo nuevo y que un día pasará sus cambios a otra nueva generación que, que de seguir con el criterio del citado consultor, llevará la marca Beta.A nuevos cambiosUnos provocados por la pirámide de la edad, que, en su histograma, nos dibuja a la población española actual de más de sesenta y cinco años por encima del veinte por ciento, lo que lleva a que la proporción de personas a trabajar que se necesitan por cada pensión a pagar no pare de crecer. Otro cambio en el nuevo horizonte será la ruptura definitiva con el paradigma clásico: formación, trabajo y jubilación, pasando la primera a ser permanente, antes, durante y después de distintas etapas laborales. El trabajo a tener distintos periodos on y off de una forma discontinua. Evidentemente, la que no cambiará su orden será la etapa de la jubilación, y esperemos que tampoco su compensación. Se producirán también cambios relacionados con los valores de la nueva sociedad, que buscará un nuevo modelo retributivo, como empieza a reflejarse en algunas encuestas como la publicada por el IESE y realizada por la consultora Willis Towers Watson. Los profesionales consideran que su compañía debería comprender sus preferencias tanto como las de sus clientes. Lo que es ya una invitación a que las retribuciones pasen a tener una personalización.A nuevas profesionesSi los expertos en el mercado laboral aciertan en sus predicciones, aparecerán un buen número de profesiones, entre ellas metaarquitectos, que, según Abimelek Castrezana, diseñaran y construirán sus edificaciones en el metaverso; los representantes de datos, que, teniendo en cuenta el creciente interés por nuestros datos personales, se convertirán en nuestros negociadores ante las grandes empresas: aseguradoras, clínicas y comerciales en general; los ciberabogados, y así un largo etcétera. Especial cambio deberían experimentar los modelos educativos reglados, alejados de la realidad y que, de continuar desfasados respecto a la vida profesional, cabrá preguntarse si no sería mejor acortar dicho periodo de formación teórica y entrar antes en el mundo laboral. Sea como sea, el año 2024 se presenta como una ventana abierta a los cambios y que ojalá también lo sea con relación a la paz y al bienestar de las personas en general.