Almuerzos y cenas de empresa, ¿tradición o vicio?

El verdadero espíritu de estas celebraciones, el que persiguen las partes, Empresa y emplead@s, es que todos se conozcan cara a cara en un ambiente informal fuera del ámbito laboral, con el propósito de que ese mayor conocimiento interpersonal sirva para fortalecer lazos que faciliten la colaboración y el compromiso entre personas que, aunque trabajan en la misma organización y se relacionan laboralmente, a veces apenas se conocen muy poco e incluso nada. Son comidas que unas veces organizan las propias empresas y otras los empleados ya sea directamente a través de alguien que lidera el evento o de las propias asociaciones a las que estos están adscritos, como sucede con algunas entidades bancarias. Buscando compartir el espíritu navideño y la tradición cultural. Las previsiones de reservas que tenían los restaurantes y las empresas de cátering para este mes de diciembre en algunas de las grandes capitales eran un 5% superiores a las del año 2023, manteniéndose pues la buena salud de dichas conmemoraciones que cada vez se extienden más en las hojas del calendario, empezando en el mes de noviembre y extendiéndose a lo largo de todo el diciembre. Otra de las novedades a significar según algunos restauradores es que el número de comensales por mesa es cada vez menor, pasando de mesas de más de cuarenta personas a mesas de diez. Unas celebraciones que cada vez incorporan más ingredientes y no sólo gastronómicos, entre ellos la subasta de objetos de la empresa, los sorteos de regalos y un largo catálogo de componentes destinados al entretenimiento y al incremento de la motivación. Son muchos los profesionales de la psicología clínica que nos advierten con más insistencia sobre como el abuso del alcohol puede transformar nuestro comportamiento habitual y provocar que nuestra conducta sea incontrolada y hasta vergonzosa. Hay unos trabajadores que prestan sus servicios en la empresa, que interaccionan día a día con los de plantilla y que a menudo viven en la frontera de los olvidados. Son personas que trabajan a diario en las instalaciones de la compañía y sin embargo ese día corren el riesgo de que nadie se acuerde de ellos. Todos sabemos que es la empresa que los tiene en plantilla quien debe reconocer su labor e integrarlos en sus propios actos. Pero darles alguna señal de cariño en tales celebraciones nunca estará de más. Desde Montañés i Solé deseamos a tod@s tanto el mejor final para este año que acaba como igual deseo para el 2025 que está a punto de llegar.