Cuestión de cantidades

A mi amigo Rafael no le gusta el fútbol, lo cual personalmente aprecio. Aunque algunos no lo crean, hay mucha gente que puede vivir la mar de feliz sin seguir la Liga o pontificar sobre quien ha hecho más méritos para ganar el Balón de Oro. Mi amigo y yo compartimos gustos literarios y cinematográficos, antre otros, discrepamos en algunos, pero valoro que cuando hablamos, nunca sale a relucir el fútbol. Me causa cierta gracia que no sabe qué ha hecho el Barça o el Madrid, con lo que se pierde las puyas que nos lanzamos por estos temas con los otros amigos del grupo. Pero el otro día me sorprendió cuando me preguntó, con cierta preocupación, qué había pasado en el Camp d’Esports porque él, que vive cerca, notó un visible incremento en la presencia de mossos. Cuando se lo empecé a explicar, me cortó rápidamente. Ya no le interesaba. No lo dijo, pero ponía esa cara con la que deja claro que esos asuntos ‘vulgares’ los considera “tonterías de futboleros”.

Como le había llamado la atención a él, me hizo pensar que semejante despliegue policial, visto en fotos o en imágenes de televisión en el resto de Catalunya y de España, puede hacer creer a más de uno que la afición del Lleida es particularmente violenta. Cosa que no es así. Pero está claro que todo esto da mala imagen del club y de la ciudad y que hay que solucionarlo cuando antes.

Después de años escuchando frases como “juntos somos más fuertes” o “cuantos más seamos, mejor”, el club, por causas complejas, entiende que ahora en lugar de tener mucha afición en la grada, es mejor que la que haya, que no será tanta, no sea crítica. Cierto es que los insultos, las amenazas y determinadas actitudes deben desterrarse de los campos de fútbol. Pero sorprende cómo ha sido posible que, teniendo un Área Social, se hayan deteriorado tanto las relaciones entre las peñas y el club. ¿Qué función tiene esta área? ¿Solamente anunciar el precio de los abonos a principio de temporada? El club tiene sus motivos, cierto, pero ya dije una vez que esta guerra solo tendrá perdedores.