El veneno del ‘pick and roll’

En el baloncesto tiene el mismo valor y por lo tanto se le debe dar igual importancia al hecho de anotar una canasta como a evitar encajarla. Dicho en otras palabras, es tan importante un eficaz ataque como una sólida defensa. Tras siete jornadas de competición al Força Lleida se le han podido apreciar cambios en su estilo de juego que han generado de forma significativa una mayor anotación ofensiva.

A nivel táctico, el baloncesto moderno experimentó un antes y un después con la aparición del bloqueo directo (pick and roll). Seguramente la situación de ataque más compleja de defender. Se trata de una acción ofensiva donde generalmente un jugador interior realiza una pantalla a un jugador de perímetro con balón y luego ejecuta un rápido desplazamiento hacia la canasta. En la NBA, Karl Malone y John Stockton de los Utah Jazz lo utilizaron con gran maestría en los noventa que les llevó a jugar varias finales.

La utilización del bloqueo directo conlleva un desajuste defensivo lo que a menudo comporta canastas rápidas y fáciles. Pero no todos los jugadores son capaces de ejecutarlo con la misma efectividad. Força Lleida lo ha utilizado mucho y de forma eficaz en el primer tramo de la competición, pero ha perdido con la baja de Rupnik a todo un experto. Dominando el dribling con ambas manos, el pase y el tiro era capaz de castigar cualquier desajuste defensivo del pick and roll. Era ese que tanto podía anotar como hacer mejor a sus compañeros. Dejaba escoger el veneno a sus rivales. Y es que un jugador de estas características hace mucho mejor al equipo en el plano ofensivo.

En las seis primeras jornadas la media de anotación había sido de 83 puntos. Anoche ante el Prat se consiguió 65. El ataque es espectáculo pero la defensa también gana partidos.