La paradoja del resultado

El Lleida encadenó ayer su sexta jornada sin perder. Con el empate en la Ciutat Esportiva del Espanyol el equipo de Gustavo Siviero ha sumado 14 de los últimos 18 puntos que ha disputado. El equipo sigue creciendo y acumulando puntos, aunque no será fácil engancharse a la lucha por los puestos de un play off que ha disputado en tres de las cuatro últimas temporadas.

En el fútbol mandan los resultados. Todos los clubes están sometidos a su dictadura. Si éstos son malos, hay crisis, nervios y cambios de técnicos o jugadores. Si son buenos, calma, buen ambiente y planes de futuro. Hay quien defiende que, en el fútbol, los proyectos solo son sostenibles mientras los resultados son favorables. En teoría, un proyecto, para ser sólido, debe estar por encima de los resultados. Si los objetivos están claros y el camino para conseguirlos, también, los resultados, a largo plazo deben dar sus frutos. Pero el largo plazo, en fútbol, no existe. Cada semana es un examen final. Casi como una ronda en un torneo de tenis. Si ganas sigues y si pierdes, a pensar en el siguiente torneo.

Es la paradoja de los resultados. Ganar no lo es todo para que un proyecto se consolide, pero no ganar es un desastre. A veces, incluso ganando no es difícil dar pasos atrás o que todo se destruya en un momento. Es la realidad de los proyectos. Avanzan picando piedra cada día, solucionando cosas y mejorando aspectos continuamente, pero un paso en falso es letal.

El Lleida vivió en tensión la primera vuelta, precisamente por la falta de resultados. Cuando éstos no se dan, las estadísticas son vistas como un ataque por los más fieles acólitos. Cuando el equipo gana, las estadísticas son, simplemente, lógicas. Ratifican una buena línea y solo cabe pensar en alcanzar el próximo récord histórico.

La dictadura de los resultados acompañará al equipo en lo que resta de curso. Las notas se darán al final. Será también el momento de definir el proyecto más inmediato. Pensando en el largo plazo, pero conscientes de que, para avanzar, lo imprescindible será seguir ganando.