LA CONTRACRÓNICA
Sin ton ni son
Tarde frente al televisor y conectado a feb.tv para seguir el derbi catalán de la categoría. La tarde en Lleida era gris y el tiempo no levantaba. Era un partido para intentar la victoria porque los números del filial del Joventut eran peores que los leridanos y el inicio del partido corroboró esta afirmación matemática con una superioridad de los discípulos de Borja Comenge abrumadora. Incluso se llegó a doblar el marcador al primer cuarto.
De repente, el equipo empieza a perder balones, uno detrás de otro, y a fallar tiros libres (no se llegó al 45% en esta faceta por un 99% del Prat). Todo el partido por delante en el marcador hasta que en el último cuarto, Prat a base de oficio con Ortege y el talento encestador al triple de Xavi Forcada igualó y superó a los leridanos. Borja lo intentó todo con los cambios pero ayer no era el día y a pesar del rush final de Nevels – siete puntos en los dos últimos minutos – la victoria cayó de parte barcelonesa. Los partidos son largos y la intensidad no puede decaer a riesgo de perder el ritmo y la posición. Esto es lo que pasó ayer en el Prat con jugadores que vieron cómo se esfumaba una victoria muy al alcance y que hubiera supuesto un paso de gigante para poder optar a los play-offs de la competición. Sin la dirección adecuada –Rubín y Simeón juntos no hacen un Rupnik– y con un Sutina lejos del pabellón –acabó con -9– solo Martí sobresalió de un equipo que necesita mejorar en algunas facetas del juego, como son las pérdidas de balón y el acierto a canasta.
Ayer el porcentaje de triple estuvo por debajo del 20 por ciento y este dato, unido a los fatídicos tiros libres, acabó por condenar a los leridanos. A pesar del apoyo de los aficionados desplazados a El Prat de Llobregat y el buen incio se perdió, sin ton ni son.