LA CONTRACRÓNICA
Borrón y cuenta nueva
Llegado a este punto, a 7 puntos de los puestos de play off a falta de cuatro jornadas, al Lleida Esportiu no le queda otra que reconocer que sus objetivos han cambiado. El sueño de meterse entre los cuatro primeros se ha esfumado en los últimos tres encuentros, en los que solo ha sido capaz de arañar un empate sin goles ante un Gavà que se aferra a la permanencia. Toca pensar en el futuro y en los primeros pasos a dar, comenzando por un objetivo deportivo que, aunque sea un triste consuelo, es importante para el club.
La clasificación para la Copa está aún al alcance, aunque estará muy peleada, con muchos equipos implicados. La próxima temporada la disputarán los cinco primeros que no sean filiales, lo que beneficia y de qué manera, al grupo 3. Teniendo en cuenta que, ahora mismo, hay tres filiales en las cuatro primeras plazas, se clasificaría para la Copa hasta el octavo, puesto que ocupa ahora el Atlético Saguntino. El torneo del KO, más allá de la posibilidad de medirse a un rival de Primera en competiciones europeas pasadas las primeras rondas, implica unos ingresos que le vienen de perlas al club a medida que se superan las eliminatorias.
El segundo objetivo, más importante si cabe, no es otro que planificar el curso 2017-18. No me cabe ninguna duda de que todos y cada uno de los jugadores que han vestido la camiseta del Lleida han dado hasta su última gota de sudor por el play off. Pero no ha sido suficiente. La dirección técnica ya corrigió el rumbo en enero, pero el mercado ofrece lo que ofrece. Futbolistas que no entran en los planes de un equipo puntero y a los que hay que adaptar lo más rápido posible. Siviero obró casi un milagro, firmando un inicio de la segunda vuelta cerca de la perfección, pero al final la gasolina llega hasta donde llega y las prisas no son buenas consejeras. Hay que comenzar a rastrear el apetitoso mercado de jugadores a los que se les termina el contrato, encontrar esas piezas con las que recuperar un sueño del que este año se ha despertado demasiado pronto y ofrecerles un proyecto apetitoso, que no es otro que el fútbol profesional.