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LA CONTRACRÓNICA

Charles Thomas y los billetes de mil

Marc Martí intenta superar la defensa de dos jugadores rivales.

Marc Martí intenta superar la defensa de dos jugadores rivales.LLEONARD DELSHAMS

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Casi todos los que alguna vez hemos jugado a baloncesto hemos oído la historia de tal o cual jugador que era capaz, con un salto, de atrapar una moneda situada en lo alto del tablero. Esta leyenda urbana podría tener su origen en lo que ocurrió en Badalona hace muchos años. En 1968 el club Sant Josep Irpen fichó a Charles Thomas, un formidable ‘saltarín’ que en un entrenamiento retó al entrenador Brunet con la siguiente frase: “Pon billetes de mil (pesetas) en el canto del tablero y todos los que coja son para mí”. El bueno de Brunet, conociendo las cualidades de Thomas y temiendo por su patrimonio, no aceptó el reto y la leyenda comenzó a circular. Thomas, a quien vi jugar, fue un extraordinario reboteador y solo una grave lesión de rodilla le impidió ser recordado como un jugador legendario.

El rebote se está convirtiendo esta temporada en un auténtico dolor de cabeza en cada partido que disputamos. Con un tercio de la plantilla todavía en ‘pretemporada’ por causa de las lesiones, ni siquiera la incorporación de un nuevo jugador ha servido para mejorar en este apartado tan importante. La estadística es demoledora para lograr entender la auténtica dimensión del problema. Tres datos: uno, somos el peor equipo en rebotes capturados; dos, solo hemos ganado a dos rivales en rebotes capturados en enfrentamientos directos –Clavijo y Huesca–; y tres, nuestro máximo reboteador es el base, con 1,78 metros. A pesar de todo y si no hay más lesiones estoy seguro que jugaremos play off. Acepto apuestas.

Charles Thomas costó un millón de pesetas de las de la época. Por el doble, el club Sant Josep tuvo la oportunidad real de fichar a un tal Lew Alcindor, más tarde conocido como Kareem Abdul Jabbar. Y no es broma.

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