LA CONTRACRÓNICA
Los héroes se merecían más
Ya sé que existe una frase, probablemente jamás escrita o pronunciada, que reza que “a los héroes nos basta con serlo”, pero incluso a ellos, aunque sea muy de cuando en cuando, también les gusta recibir una palmada en la espalda, el aplauso o el reconocimiento público. Por eso ayer más de un jugador del Lleida se sintió un tanto decepcionado al ver otra vez tantas y tantas sillas vacías en el Camp d’Esports. La verdad es que yo tampoco me lo esperaba. ¡Hombre, no confiaba en un lleno, que tampoco soy tan iluso, pero sí en ver mil o dos mil personas más en las gradas además de los mil incondicionales de siempre, esos con los que se puede ir a todas partes porque nunca te harán quedar mal!.
Y es que uno, en su ingenuidad, estaba convencido de que la gesta de Anoeta del miércoles no iba a pasar desapercibida ante el Elche y que los doscientos aficionados, otros héroes también, que vivieron en directo la hazaña azul en San Sebastian y que aplazaron el viaje de regreso en autocar, tren o coches particulares, hasta que el equipo no partió del estadio “Txuri Urdin” para poder vitorear y jalear a los jugadores a base de bien, iban a multiplicarse por muchos en el Camp d’Esports para rendir homenaje a los jugadores que fueron capaces de remontar un 3-0 en la eliminatoria y un 2-0 en el partido para acabar ganándolo y pasar ronda.
Pero no, nos equivocamos. Ante el Elche acudieron los de siempre. Ni uno más ni uno menos. Y no valen, por repetitivas, las excusas de que daban el partido por televisión, que hacía mucho frío y que el Lleida llevaba, en Liga, seis partidos sin ganar. Sí señor, desde el 22 de octubre con el 4-2 al Cornellà. Pero eso no es nuevo. Al equipo lo televisan de cuando en cuando, por estas fechas siempre hace un frío que pela y el equipo ha tenido rachas peores. Y siempre ha acabado saliendo adelante en busca de una mejor clasificación y, a veces, hasta del play off (tres en las últimas cinco temporadas). Pero para que todo esto funcione, o funcione todavía mejor, hacía falta más público en el Camp d’Esports. Y no solo en la Copa.