LA CONTRACRÓNICA
Feliz elección y próspero voto nuevo...
Los siete principales candidatos leridanos del 21-D logran un aprobado en el debate de SEGRE que cerró la campaña || Sprint final para captar los votos de aquellos que aún están indecisos
Quince días de campaña, pero muchos más de precampaña, hacen mella y los principales candidatos y candidatas por Lleida presentaban un aspecto cansado en el debate de SEGRE, aunque no por ello hicieron un mal papel. Los lemas de cada formación, perfectamente aprendidos; las salidas de tono, pocas; y los toques de ingenio, también escasos, pero les podemos dar un aprobado general en su ardua tarea de captar los votos aún indecisos. Así, Josep Maria Forné (JxCat), el hombre tranquilo, se mostró moderado; Bernat Solé (ERC), bien preparado, suplió a la perfección la obligada ausencia de la número 1 Meritxell Serret; a Jorge Soler (Cs) se le vio seguro y con destellos de agudeza; Òscar Ordeig (PSC), quizá el más vehemente cuando no le cuadraban los datos que aportaban sus contrincantes; Mireia Boya (CUP) fue didáctica y expeditiva; Marisa Xandri (PP) se mostró a ratos irascible y Sara Vilà (Catalunya en Comú) estuvo, cómo no, equidistante aunque también incisiva.
Xandri fue la primera en “animar” al público, en el que predominaban sus correligionarios, al recuperar el concepto de “papelera de la historia”, pero no para tirar una estelada, como tanto revuelo armó hace unos días, sino para depositar allí el procés al completo. Poco después Mireia Boya se sumó a la “fiesta” recordando el episodio de la estelada y criticando, a Xandri, su obsesión por las pastillas “electorales” con las que “nos tratan como enfermos” y no tan solo habló del famoso artículo 155 sino que también se refirió al 135. El candidato de Cs, Jorge Soler, fue quien se presentó con los deberes mejor hechos, puesto que las puyas que tenía con todos las ilustraba con un amplio abanico de páginas de SEGRE con las que pretendía reafirmar sus argumentos.
Òscar Ordeig fue de los pocos que respondieron a las preguntas que les formularon periodistas de SEGRE (no es que no contestaran, sino que se iban por peteneras) aunque eso sí, tuvo que ser repreguntado por el moderador, Santi Roig, que supo apagar los pocos “incendios” del debate. Fue el único al que le oímos una palabrota (se le escapó una hostia en un momento dado) aunque poco después lo compensó con una sonora invocación a la Mare de Déu de Montserrat.
A Vilà se la vio cómoda y con la famosa llave de los comuns, que según ella gira a la izquierda y que debe servir para “desbloquear los dos bloques” del 21-D como se encargó de repetir. Y cómodo también parecía Josep Maria Forné, con su habitual tono pausado y conciliador, que solo se alteró para defender con vehemencia el sistema educativo catalán.
Pero quien marcó el mejor gol y por toda la escuadra fue el republicano Bernat Solé (que por cierto utilizó una de las imágenes que traía Soler) cuando, a la hora de pedir el voto, inició su alocución en aranés, ante la mirada atónita de Boya (a la que quizá se le olvidó este guiño hacia sus conciudadanas) que con gestos medio aprobaba el acento del de Agramunt. Y como esta es una campaña anómala a las puertas de Navidad y ningún candidato se acordó de felicitar las fiestas, aprovechamos y les deseamos a todos unas buenas elecciones y un próspero voto nuevo. Seguro que ellos también se suman a estos deseos.