LA CONTRACRÓNICA
Luces y sombras
Estrenamos un nuevo año y al hacer un balance de como ha ido el anterior, vemos que ha sido un inicio de temporada irregular, en el que se han ganado partidos a domicilio, en principio, considerados difíciles como el de Melilla y se han perdido varios en el Barris Nord, podriamos decir más fáciles. ¿Por qué se pierden tantos partidos en casa? Puede ser que los jugadores salgan desde el principio nerviosos y la presión ambiental les supere, pero hay que sobreponerse y concentrarse más. Es complicado tener la misma dinámica y acierto a lo largo de los cuarenta minutos y no dudo de la profesionalidad tanto del entrenador como del resto de la plantilla. Sin embargo, hay que estudiar minuciosamente todos los detalles que ayudan a levantar un partido.
La concentración es importantísima en un partido y cuando la perdemos es cuando vienen los momentos delicados que conducen hacia la derrota. No se puede ir ganando con una renta de trece ó más puntos, y echarlo todo a perder, porque al final de la temporada estos puntos siempre hacen falta, tanto para acceder al play off de ascenso, como para salvar la categoría. El 2018 tiene que ser el año de las remontadas, tenemos un buen nivel de juego y una buena plantilla y si las lesiones nos respetan, lo podemos conseguir.
Las luces son estos momentos mágicos que, a veces, depara el Força Lleida, con finales de infarto (incluyendo prórrogas) y jugando como un equipo cohesionado que captura rebotes y lanza a canasta sin miedo y con acierto; las sombras, por el contrario, son estos partidos que nadie quisiera ver, con pérdidas de balón, fallos reiterados en el lanzamiento y rebotes que nunca llegan a ser nuestros. Hagamos que las sombras se diluyan y las luces brillen más que nunca en esta segunda vuelta que promete ser emocionante.