LA CONTRACRÓNICA
La segunda oportunidad
Afinales de los años setenta del pasado siglo las televisiones no tenían cientos de canales, los programas no podían verse en ordenadores, tablets o móviles –aparatos, por otra parte inexistentes en ese momento–, ni existía la televisión a la carta o la posibilidad de ver, en el propio aparato receptor, un programa que se ha emitido recientemente. Solo había una televisión, la española, por supuesto, y era en blanco y negro, como la propia vida en un país tiranizado por una dictadura fascista, cuyas coletillas –o coletazos– todavía sufrimos.
En ese contexto, los programas de televisión acostumbraban a tener audiencias millonarias y conseguían unos niveles de fama espectaculares. Todo el mundo conocía a los que salían en la televisión, ya fuera en la Primera Cadena o por el UHF, como se conocía al segundo canal de RTVE.
En 1978 y 1979 se emitió un programa, “La segunda oportunidad”, presentado por el periodista Paco Costas y que se reemitió en varias ocasiones, que tenía como objetivo concienciar a los conductores de los riesgos al volante y reducir los accidentes. El desarrollo era siempre el mismo. Empezaba con un choque real contra una roca y la frase “El hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra”. Después, se recreaba un accidente y se explicaba por qué se había producido y cómo se podía haber evitado. La segunda oportunidad consistía en que el conductor/a, repetía el trayecto, pero gracias a las medidas preventivas evitaba el accidente.
El mercado de invierno es como “La segunda oportunidad”. Durante un mes, los clubes creen poder corregir los errores que han cometido durante la planificación del verano. Unos para no descender y otros para conseguir el ascenso. Suelen hacerlo todos, incluso los que llevan una buena trayectoria y ocupan las posiciones altas de la clasificación. Lógicamente, a veces funciona y, en la mayoría de los casos, el equipo queda fuera de sus objetivos. Ya se sabe que “el hombre es el único animal que tropieza dos veces con lamisma piedra”.