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Eneko Satrústegui intenta controlar el balón ante un jugador del Ebro que pierde el equilibrio.

Eneko Satrústegui intenta controlar el balón ante un jugador del Ebro que pierde el equilibrio.LLEONARD DELSHAMS

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Quedan ocho jornadas para que acabe la Liga y ahora comienza lo bueno. Van a ser ocho jornadas de infarto, de sensaciones en forma de montaña rusa que ojalá podamos mantenerlas hasta el último momento porque eso significará que el Lleida en la 38 sigue luchando por el play off.

En ocasiones no hemos compartido criterios deportivos con Gerard Albadalejo pero ayer en la sala de prensa del Camp d’Esports, después de la trascendental victoria ante el Ebro, el técnico, debutante en la categoría –cosas que no conviene olvidar– dijo verdades como puños. Bien mirado fueron obviedades pero no por ello menos ciertas. El Lleida va a por el play off. Lo sabíamos todos pero ahora es oficial. Se conseguirá o no porque la misión no va a ser fácil y porque no es el único aspirante a una de las cuatro plazas. Como mínimo hay siete u ocho equipos que piensan lo mismo, pero el Lleida está muy bien colocado, más que otros y peor que otros, también es cierto. Pero ahí está.

Albadalejo pidió, porque está en el manual, ayuda de todos, sobre todo de los aficionados –de esos que acompañan al equipo en los desplazamientos pero también de esos otros que dejan vacías las sillas del Camp d’Esports partido tras partido–. A cambio promete sacrificio, lucha, esfuerzo al máximo, intensidad y fe, mucha fe.

Porque de todo lo que dijo en su larga comparecencia, es cierto que, lo repetimos de nuevo, fueron obviedades, pero obviedades ciertas. Nos quedamos en dos cosas concretas. Para alcanzar cualquier objetivo es esencial comenzar por creerse que es posible conseguirlo. Y el Lleida cree y tiene autoestima. Por eso estamos también de acuerdo con él que se le remueven las tripas cuando le dicen que el calendario le va a enfrentar con Villarreal, Mallorca, Elche y Hércules. Sí, muy dificiles. Pero es que los cuatro están en las mismas. Acongojados porque les viene el Lleida. Y algo personal. Prefiero ir la próxima temporada a Las Palmas, Málaga, Gijón o Valladolid, que, con todos los respetos, a Santa Eulària, Formentera o Sagunto.

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