Final de Liga de infarto

Nuevo partido y nueva derrota en Castellón. Entraba dentro de los cálculos y era previsible teniendo en cuenta la categoría del rival y la fragilidad de nuestro equipo en el último tramo de la Liga. Sin embargo, era el partido idóneo para puntuar dadas las bajas en el conjunto de la Plana. Al final se confirmó el pronóstico y tendremos que esperar a las dos últimas jornadas contra Palencia y Manresa para clarificar posiciones.

A pesar de jugar un buen partido y estar siempre a disposición de saltar la banca, el Força Lleida tropezó otra vez y todo apunta que será muy complicado ganar un partido que nos dé la tranquilidad y la ansiada salvación. Ayer se echó de menos la aportación del serbio en la segunda parte, en la que falló por primera vez dos tiros libres seguidos. Irregular, para un gran jugador.

Con buena voluntad y una elevada dosis de interés no es suficiente para ganar partidos. El basket es un deporte de precisión, fuerza, rapidez, inteligencia y técnica individual en el que es muy importante la dirección, las rotaciones y la confianza, y a este equipo le falta un poco de estos elementos para poder superar los últimos minutos de cada partido.

La confianza es el compendio y el resultado de todas las acciones anteriores y permite que un equipo modesto haga una buena temporada y un equipo con gran plantilla se quede en las puertas del objetivo. En el caso del Força Lleida, la falta de confianza se ha hecho patente en los momentos claves de la competición, así como el déficit en el lanzamiento, la solidez en la pintura y la concentración en momentos determinantes del partido. Breogán ya es equipo de ACB. Enhorabuena. Y las derrotas de Clavijo y Sammic nos dan oxígeno. Todo está por decidir. Será un final de infarto.