LA CONTRACRÓNICA
Entre la decepción y la esperanza
Reconozco que los últimos partidos han sido muy igualados en cuanto a la aportación, pero la derrota vuelve a pesar como una losa. La decepción es notable en la afición, aunque todavía queda un halo de esperanza de permanecer en la LEB Oro. La parte baja de la clasificación está muy ajustada y todo es posible.
Continúo creyendo que ha fallado la política de fichajes. Por ejemplo, dejar escapar a Rozitis, para mí, fue un error. Está demostrando su calidad técnica triunfando en la remontada del Ourense. Olaizola y Karena no han aportado nada al equipo y no han sido decisivos en ningún momento y esto se ha notado en el juego interior. Ha fallado el rebote tanto ofensivo como defensivo y bajo la canasta no hay suficiente intensidad.
Se ha podido ganar algún partido más, pero al final se acaba perdiendo, llevamos una mala racha y el descenso aunque nos duela será merecido. Nos podemos salvar porque hay equipos iguales o peores que nosotros, por eso, estos partidos que faltan serán una verdadera final. Casi todos los rivales han demostrado tener más categoría, juegan con más solidez y las tácticas parecen fáciles de asumir. Al Força Lleida le cuesta trenzar jugadas, coger rebotes y resolver los últimos momentos.
El Breogán ya es equipo de la ACB. Ha demostrado ser el conjunto más completo. Ahora tenemos que ser nosotros los que hagamos un último esfuerzo. La confianza es muy importante en este tramo final de la temporada. Sé que es difícil de asumir, depués de haberla perdido en muchas ocasiones, pero hay que intentar estar al lado del equipo hasta el último suspiro. Esta es mi última contracrónica y espero poder seguir colaborando la temporada que viene, eso sí, con el Força Lleida en LEB Oro, porque la esperanza es lo último que se pierde.