LA CONTRACRÓNICA
Los ex que sí celebran goles
Siempre me ha llamado la atención que, cuando un futbolista se enfrenta a un exquipo, durante las entrevistas previas le suelen preguntar si celebrará un gol en el caso de que marque. Es una cuestión interesante, porque el jugador se debate entre el deber con quien le paga el sueldo y el afecto por el club al que defendió en su día y al que recuerda con agrado. Muchas veces la respuesta es que no, que no lo celebrarán. Es una respuesta que, lo reconozco, puede molestar a algunos seguidores de su actual club, aunque, en el fondo, lo que más valorarán éstos es que marque, independientemente de si lo celebra o no. Es más, seguro que prefieren que meta tres y que no celebre ninguno.
En el caso del Lleida, tengo la sensación de que hay muy pocos jugadores que tengan esa duda. De hecho, mi compañero y amigo José Carlos Miranda, teme enfrentarse a exjugadores, porque es de la opinión de que ante el Lleida se esfuerzan más. Le llama “la maldición de los ex”. Y sí, parece que algunos jugadores esperan con especiales ganas jugar contra el Lleida y disfrutan haciendo el partido de la temporada ante su exequipo.
Carlos Doncel cumplió ayer con esa “maldición”. Marcó el 1-0 y durante la primera parte fue una auténtica pesadilla. Los que no creen en estas cosas dirán, y estoy dispuesto a darles la razón, que si el Lleida hubiera jugado todo el partido como lo hizo en la segunda parte, ni maldición ni nada. Hubieran ganado. El caso es que Doncel marcó y no tuvo ningún inconveniente en celebrarlo. Eso puede llevar a otra reflexión. La cantidad de jugadores que se van del Lleida y no guardan, por lo que parece, un gran recuerdo de su paso por el Camp d’Esports.
¡Y menos mal que en el último minuto de partido el árbitro no pitó un posible penalti cometido sobre Bojan Radulovic! Entonces sí que lo de “la maldición de los ex” pasaba ya a tener rango de ley.
En cualquier caso, el Lleida arrancó un punto en un campo difícil, suma 4 en dos partidos y eso, en un inicio de temporada con 15 jugadores nuevos, hay que reconocer que tiene mérito.