LA CONTRACRÓNICA
Seamos sinceros
Seamos sinceros. Nada de lo que ha sucedido en pretemporada hacía pensar, ni siquiera a los más optimistas, que a estas alturas del campeonato, y con el calendario que teníamos, íbamos a estar en los puestos de play off de ascenso. La continuidad del presidente y el gerente, la vuelta de Prado, la marcha del delegado, un entrenador a media jornada, un segundo ‘sin papeles’ y muchas dudas en la pista y en el banquillo. Eso es lo que teníamos en septiembre. Si a esto añadimos las previsiones del presidente, las declaraciones del entrenador y las proyecciones de los especialistas, el equipo en ningún caso superaría el puesto 14 a final de temporada.
Pero mira por donde, un grupo de desconocidos con mucho que demostrar han conseguido en cuatro jornadas que muchos de los incrédulos (entre los que me incluyo) tengamos curiosidad por ver jugar a este montón de descarados. Parece que creen en lo que hacen y que confían en sus habilidades; unos para redimirse de malas temporadas anteriores y otros para demostrar que sirven para el baloncesto profesional. Hemos comenzado bien y eso es mucho más de lo que todos esperábamos.
Hay que reconocer que la apuesta ha sido arriesgada, diría que muy arriesgada. No renovar a jugadores tan arraigados como Juampi (Sutina) y Marc (Rubín de Celis) y no conseguir la continuidad de ninguno de los que acabaron contrato la temporada pasada ha obligado al club, un año más, a rebuscar en el mercado hasta encontrar perfiles que pudieran adaptarse a la idea de juego y, sobre todo, al presupuesto.
Y ayer otra excelente noticia. Victoria de gran mérito en la pista del Cáceres. ¡Tres de cuatro! Como decía el venerado Andrés Montes, a pesar de todo la vida puede ser maravillosa. ¡¡¡Felicidades!!!