LA CONTRACRÓNICA
Conocimiento del juego
Desde la creación del baloncesto en 1891 por parte de un profesor de educación física canadiense, su reglamentación ha ido evolucionando a medida que ha ido aumentando su popularidad. En sus orígenes, el juego se reglamentó con 13 normas, se jugaba 9 contra 9, las canastas eran cestas de melocotones y se añadieron tableros para que los espectadores del anfiteatro no desviaran el balón con sus paraguas. Algunas de estas reglas siguen vigentes en la actualidad, aunque muchas de ellas han tenido que adaptarse.
El Central Board de la FIBA anunciaba en verano una serie de modificaciones con la finalidad de que el juego gane en fluidez y espectacularidad. Del mismo modo, estos cambios han supuesto un acercamiento a la NBA con el afán de equiparar ambas reglamentaciones. Entre los cambios más significativos y que tanta controversia producía cuando se enfrentaban jugadores FIBA a los NBA, es el avance ilegal. Esta modificación permite al jugador que recibe un pase en movimiento con un pie en el suelo, poder dar un paso más (paso cero) antes de poner el balón en el suelo para driblar. Esto ha permitido que el juego gane en aceleración y haya más contrataques, pues se interrumpe menos el juego al no señalarse tantos pasos cuando los jugadores recibían el balón en carrera. Esta nueva norma también permitirá a los hombres altos intervenir más en las transiciones, recibiendo en movimiento lejos de canasta, y en el juego de espaldas les permitirá ampliar el bagaje técnico utilizando reversos. Esta acción reportaba mucha polémica por las dudas que generaba. Adaptarse a los cambios no es tarea fácil, los pequeños cambios son los que a menudo separan la victoria de la derrota. El conocimiento y el buen uso de las reglas es fundamental para un mejor desarrollo del juego.