Hay que ponerse firmes

Debo confesarlo. Hacía mucho tiempo que no veía en una sala de prensa un cabreo como el de Gerard Albadalejo, tras consumarse la derrota ante el Hércules. La primera constatación es que tiene carácter. Ganador, añado. Y eso siempre es bueno. La segunda es que, escuchando su monólogo, quizás habría que darle la razón, al menos en una cosa: un equipo que aspira a ser campeón y al ascenso, previo paso por el play off, no puede ir regalando goles de esta manera, como el que le puso en bandeja de plata a los alicantinos, para que se llevasen los tres puntos del Camp d’Esports.

Porque, además, es que llueve sobre mojado. El Lleida sufre, y mucho además, a balón parado desde que comenzó la temporada. Incluso, si me apuran, desde la anterior. Cada córner, cada falta lateral, incluso en fueras de banda, supone un plus de peligrosidad a favor del equipo contrario.

Ayer el Lleida perdió por una alarmante falta de concentración en una jugada de estratagia, agravada además, por el hecho de producirse en el último minuto del primer tiempo. En el añadido, casi. Un córner en contra, horrorosamente defendido, permitió un remate franco de un defensa rival sumado al ataque al que nadie sujetó. Y eso no es todo. Es que había otros dos jugadores del Hércules que quedaron en posición franca de remate. Imperdonable, la verdad, no tanto por la derrota en sí porque, como asevera la lógica futbolística, con cada jornada de imbatibilidad falta una menos para perderla, sino por el hecho de haber caido en un partido de aquellos en los que se espera que se marque postura.

Los del Lleida se dejaron la piel en el campo, corrieron como nunca pero no aprovecharon ni una sola jugada a balón parado. Y no será porque no botaron córners y sacaron faltas. Al Hércules le bastó con una buena. Y, además, marcando su primer gol de estrategia en todo lo que llevamos de temporada. Así que, en esto estamos con Albadalejo. Hay que ponerse firmes y si hay que dejar a los jugadores sin recreo o sin postres, pues se les deja. Faltaría más.