LA CONTRACRÓNICA
Licencia para soñar
Antes de que el FC Barcelona se convirtiera en un coleccionista de títulos, es decir, antes de la irrupción del Dream Team de Johan Cruyff y de la llegada de Pep Guardiola, los seguidores azulgranas se animaban mútuamente cuando su equipo solía ganar el único título que tenían seguro –o casi–, el Joan Gamper, con una frase que era de esperanza y de ilusión: “Aquest any si!”.
Los aficionados del Lleida, repartidos entre los eternamente optimistas y los siempre escépticos, no tenemos una frase similar. En todo caso, las frases recurrentes son dos: Una pregunta, “Que farem el Lleida aquest any?” o la más ambigua “sembla que tenim bon equip”.
Sea como sea, después de las primeras 16 jornadas, con el final de la primera parte del Campeonato a la vuelta de la esquina, lo que está claro es que los aficionados del Lleida tenemos licencia para soñar. Son muchos años buscando el regreso a esa Segunda A en la que, mientras estuvimos, a muchos les parecía poca cosa. En cambio, ahora es el deseo perseguido que cada año se resiste.
Incluso parecía que llegar al play off era una cosa sencilla. Tres liguillas de ascenso en las cinco primeras temporadas de historia del Lleida Esportiu, dieron la impresión de que esa meta nos era otorgada casi por decreto. Pero claro, después de dos temporadas seguidas sin play off, ya lo añoramos. Pero este año sí, tenemos licencia para soñar. La que otorga el equipo de Gerard Albadalejo.
Los números del Lleida invitan al optimismo, pero también a la precaución. Lo dijo recientemente Albadalejo: “Hemos hecho mucho, pero todavía no hemos hecho nada”. Es cierto, el camino es largo y tortuoso, pero la trayectoria es buena y por eso nos podemos permitir pensar que este puede ser el año del Lleida.
El Lleida es líder en solitario, suma 33 puntos después de 16 jornadas, tiene una plantilla de garantías y da la sensación de que, si los vas a ver al Camp d’Esports, lo pasarás bien. Vale la pena apostar por el equipo, porque soñar, de momento, sigue siendo gratis.