Espíritu 'Gaman'

Todos hemos pasado alguna vez por situaciones en las que sentimos “algo” pero no sabemos cómo definirlo, ya sea porque no existe una palabra concreta que describa esa emoción o simplemente porque constituyen un cúmulo de sensaciones y no encontramos las palabras adecuadas para referirnos a ello. Algunas de estas percepciones las llamamos corazonadas, o presentimientos y son la suposición de que algo sucederá de determinada forma.

Los presentimientos están a medio camino entre la intuición y la premonición y actúan, si se me permite la expresión, como una especie de radar. Viendo la trayectoria del Lleida Esportiu, líder sólido a falta de una jornada para finalizar la primera vuelta, la sensación que deja esta plantilla no puede ser mejor. Queda mucho camino por recorrer y el itinerario es tortuoso y con resultados, a veces, inesperados, ya que primero se ha de jugar un play off y después ir superando eliminatorias en las que por un penalti, como por desgracia bien sabe el Lleida, te quedas sin ascenso. Acabando campeón de grupo el camino, aún siendo difícil, concede más opciones. Y el Lleida de esta temporada parece decidido a conquistar esa preciada primera plaza. Estoy seguro de que más del 90% de la masa social y aficionados del Lleida tienen ahora mismo el pálpito de que “enguany, sí”. Son sensaciones que va dejando el equipo y, sobre todo, a base de resultados que al final es lo que cuenta.

Y aunque no podemos dar crédito a todas las sensaciones y pensamientos que nos invaden, muchas veces son tan intensos que no podemos obviarlos. Cada idioma tiene sus propios términos para dar forma a esos pálpitos, que van un paso más allá y definen las emociones del alma. Me gusta el término japonés ‘Gaman’, que significa la persistencia de afrontar los desafíos, por muy grandes que estos sean. Las carpas son peces que superan la adversidad de las mareas nadando a contracorriente y los japoneses aprovechan la primavera para sacar sus banderas con la forma de este animal para contagiarse del espíritu ‘gaman’.