LA CONTRACRÓNICA
La realidad
La realidad es que a punto de concluir la primera vuelta del campeonato y con los dos próximos partidos fuera, era absolutamente imprescindible la victoria anoche. Hemos vuelto a perder en casa y era extraordinariamente importante ganar sobre todo después de la ridícula derrota contra Huesca y de no haber dado la talla en Coruña.
Pero, una vez más, seamos sinceros. Nadie, ni uno solo de nosotros, podía imaginar al inicio de la competición que a estas alturas estaríamos en plazas altas de play off. Esto es mérito exclusivo de la plantilla y es justo reconocerlo. Dicho esto, la realidad es que el inicio positivamente explosivo en cuanto a resultados y juego nos ha enseñado que este grupo tiene mucho más de lo que pensábamos y que jugando al límite podemos ganar a cualquiera. También hemos aprendido que la irregularidad, la falta de concentración y las incomprensibles “ausencias” pueden darse a la vez y en el mismo partido junto a fases de juego brillante. ¿Cómo es posible que todo esto suceda en tan solo 40 minutos?
La realidad es que a la desgracia de la lesión de Sierra el club ha reaccionado rápido y esperemos que con acierto. Sin embargo, la inexistencia de patrocinador principal a estas alturas debería llevarnos a reflexionar sobre el motivo. Una ciudad, un territorio, que presume orgullosamente de afición y pasión por el basket debe poder financiarlo. Si no es así, hay menos afición o hay menos pasión de la que se dice. Esa es la realidad.
La consecución del número de victorias suficientes para la salvación debería significar la liberación de mucha presión y la búsqueda de objetivos más ambiciosos. Mientras eso llega, tratemos de hacer cada uno de la mejor manera nuestra parte del trato: apoyar, dirigir y jugar. ¡Feliz día de Reyes, feliz año y bon basket!