LA CONTRACRÓNICA
Castañazo ante la afición
Trilles se lesionó en un dedo del pie y fue trasladado a un centro hospitalario.
Golpetazo, puñetazo. Esa es la definición que tiene el diccionario de la Real Academia Española (RAE) de la palabra “castañazo”. “Golpe fuerte”, podemos encontrar en el virtual WordReference.com. En román paladino habría otras palabras más contundentes y vulgares para calificar la derrota que sufrió ayer el Lleida ante su afición. Un 2-3 que le mantiene sin conocer la victoria en este año 2019 y que hace que solamente haya sumado un punto de los últimos 9 en juego, tras encadenar ayer su segunda derrota en un partido que llegó a dominar por 2-0 y en el que, con ese resultado a su favor, erró un lanzamiento de penalti.
Un castañazo en toda regla. El técnico, Gerard Albadalejo, había ofrecido el viernes una rueda de prensa en la que parecía hablar de un programa de cocina de estos que están de moda, con referencias a suflés y castañas pilongas. Se quejaba el técnico de que para el entorno –ese eufemismo que se utiliza cuando te quieres referir a alquien sin nombrarlo directamente–, “cuando ganamos somos los mejores del mundo y cuando perdemos somos una castaña pilonga”.
Es curioso que se refiera a la castaña pilonga como algo negativo, cuando se trata de un fruto rico en minerales, con alto contenido de omega 3 y 6 y que mejora la salud intestinal por su alto contenido en fibras y que previene, entre otras enfermedades, el cáncer de colon.
Pero bueno, no vamos a descubrir ahora que cuando un equipo gana seis partidos seguidos todo son elogios y que cuando los pierde, le llueven las críticas. Igual es, no se yo, porque en el primer caso se hacen muchas cosas bien y en el segundo, no tantas.
A los equipos, a los entrenadores, a los jugadores se les valora por los resultados. Puedes jugar muy bien, como Hungria en el Mundial de 1956, pero si no ganas, la historia dice que lo hizo Alemania. Gerard debe tener claro que, aquí en el Lleida, en el Barça o en cualquier equipo, si ganas y logras títulos y ascensos te hacen estatuas y si pierdes, pasas a la historia del club como una estadística más.
