LA CONTRACRÓNICA
Ha vuelto la alegría
Joan Carles Oliva lanza con rabia una botella de agua al suelo tras una pérdida de balón de su equipo.
Tenía su mérito lo que le venía pasando al Lleida a lo largo de este 2019. No ganaba pero seguía anclado en la zona de play off. De acuerdo con que la razón había que buscarla en el hecho de los demás también fallaban y, aún más, lamentándonos al pensar donde hubiese estado el equipo con un poco más de acierto. Ahora los de arriba no han fallado –salvo Villarreal B y Cornellà, que se cae del play off– y el Lleida sigue estando ahí. Básicamente porque los de Joan Carles Oliva tampoco fallaron. Y ahí está la diferencia.
Esencialmente todo sigue igual, pero no del todo. El equipo ha recuperado sensaciones y, mejor aún, la autoestima perdida. Sólo había que fijarse en la cara de los jugadores al acabar el partido para darse cuenta de que se habían sacado de encima una pesada losa. En la sala de prensa lo explicó claramente Pedro Martín, uno de los futbolistas a los que se le puede leer la cara mejor que en un libro. En estas últimas semanas su confianza no era la misma. Y no le salían las cosas. Ayer, con la victoria –y con su gol– le salía todo: regates, pases, asistencias... Esta es la clave. Bueno, esto y que siga la racha porque quedan todavía muchos partidos y la mayoria de ellos en casa.
El objetivo no ha variado. Volver al fútbol profesional a final de temporada. La clave es no dejar nunca de pertenecer al selecto grupo de cuatro equipos de play off. También lo dejó claro un dicharachero Pedro Martín, que hasta explicó su celebración con las gafas de juguete tras conseguir el 2-0. “Luego se verá si subimos con un play off corto o con uno largo, pero hay que subir”. Más claro, imposible.
Y una última cosa. Desde que lo vimos jugar en la pretemporada siempre hemos hemos estado convencidos de que Josimar Quintero (Guayaquil, 1997), cedido por el Chelsea, es uno de los jugadores con mayor talento de la plantilla del Lleida. Le ha costado entrar en el equipo pero su exhibición de ayer, sus asistencias y lo fácil que lee el partido, mucho antes y mejor que los demás, hace que reclame a gritos muchos más minutos.
