LA CONTRACRÓNICA
Periodismo de club y política
Saben qué es lo único que le preguntaron medios estatales al presidente del Lleida tras hacer historia al eliminar a la Real Sociedad de la Copa? Si ante el Atlético el equipo vestiría con la senyera. Seguro que esbozaría una sonrisa Ezequiel Fernández Moores, todo un referente del periodismo deportivo en Argentina que acaba de publicar una recopilación de sus mejores artículos en cuarenta años de profesión. Su periodismo está alejado del vocerío y el forofismo que prolifera en España y se esfuerza por hacer entender el deporte explicándolo siempre en sus contextos político, social, económico y cultural. “Aún hoy hay quienes insisten en afirmar que el deporte no tiene nada que ver con la política. No saben de deporte ni saben de política. O prefieren hacerse los distraídos”, afirma en una de sus columnas que escribe a diario en La Nación.
Aquí, en el país que presume de la mayor y mejor democracia que pueda existir, el periodismo deportivo está muy lejos de ser el ideal que propugna otro referente en el sector como es Santiago Segurola: “El fútbol, el deporte en general, es un asunto muy serio y, por tanto, el papel del periodismo debe ser un elemento esencial de contrapoder”.
¡Mezclar fútbol con política! Qué mal todo si el que expresa su opinión es, por ejemplo, Gerard Piqué que aboga por escuchar al otro para intentar llegar a un consenso. Qué diferente se ve, en cambio, si es Rafa Nadal el que clama por un mejor entendimiento Catalunya-España.
Resulta curioso que la misma corriente de opinión que dogmatiza que no hay que mezclar deporte y política es la que ni se inmuta cuando Sandro Rosell se pasa dos años en prisión preventiva tras haber sido (o quizás por haber sido) presidente del Barça. O cuando el exfutbolista madridista Álvaro Benito es despedido como técnico de la cantera tras criticar, en su faceta de analista radiofónico, la actuación de algunos jugadores el miércoles en la Copa ante el Barça. Tengo mis dudas si le habrían echado también si el rival hubiese sido el Getafe o el Valladolid, aunque habría sido igual de injusto.