Sin nervios

La buena noticia es que la categoría se ha salvado y esto puede dar tranquilidad, tanto al equipo como a la afición. Ahora toca luchar por estar lo más arriba posible en la tabla jugando sin ningún tipo de presión, disfrutando al máximo y ofreciendo un buen espectáculo. Como dice Serna, no se valora del todo que se haya conseguido la salvación con varias jornadas de anticipo, no como el año pasado, pero yo le diría que sí que lo consideramos como un objetivo logrado, pero los aficionados queremos más, y que si no se hubiera jugado con un grado de relajación importante en algunos encuentros, ahora posiblemente estaríamos en una posición algo más favorable para optar al play off.

Gracias al gran inicio de temporada podemos hablar de la permanencia como valoración final, pero no podemos bajar la guardia, hay que hacer un esfuerzo más e intentar ganar el máximo de partidos posibles a ver si se produce el milagro de alcanzar una de las ocho plazas tan deseadas.

Hay que competir sin nervios, que son malos consejeros y provocan precipitación. Quedan todavía dos partidos en el Barris Nord, que tiene que ser un fortín para apurar las pocas posibilidades que nos quedan para jugar el tan ansiado play off. Ha sido una temporada con luces y sombras, con partidos buenos, mediocres y otros francamente malos. Está claro que la plantilla es la que es, y tampoco han ayudado mucho las lesiones o la marcha de Turner. De cara a la campaña que viene, quizás haría falta asegurarse la continuidad de más de un jugador de la actual plantilla, pero, por encima de todo, fichar alguna ‘estrella’ que ejerza de líder y haga vibrar con su juego a todo el Barris Nord. Esto es lo que ha faltado esta temporada, el público lo agradecería y el baloncesto también.