Gestionar situaciones

En el baloncesto profesional, encadenar tres derrotas de forma consecutiva no es ninguna tragedia. Hasta los mejores equipos, los más dominadores, pasan por malos momentos a lo largo de la temporada. En el baloncesto, los estados de forma son obligados episodios con los cuales hay que convivir, y de la misma manera que las rachas positivas no te deben hacer sacar pecho, las negativas no te pueden hacer perder el norte.

Y precisamente esto último parece estar pasando estos últimos días por el Barris Nord. Tras la abultada derrota sufrida en Granada hace justo una semana, las reacciones no pudieron esperar. Al anuncio de Jorge Serna de su deseo de dejar la dirección del equipo, le sucedieron el anuncio por parte de los dirigentes de tomar serias represalias hacia los jugadores en caso de continuar el bajo rendimiento deportivo.

Es lógico que los partidos los ganan y los pierden los jugadores que están sobre la pista. Los entrenadores intentamos ayudarles con una preparación adecuada durante la semana y una sensata dirección en los partidos de la competición. Ni poner el cargo por parte del entrenador a libre disposición del club, ni amenazar a los jugadores con multas o rescisiones de contrato parecen soluciones brillantes para reconducir la marcha del equipo, sea cual sea el balance. En estos momentos complicados, la gestión de la situación debe priorizarse en apoyar y dar confianza a los jugadores mientras se analizan minuciosamente las causas (que seguro las hay) de esta mala racha.

Durante algunas fases del partido de anoche del Força Lleida ante el Gipuzkoa el equipo compitió correctamente y simplemente las dudas y los errores de precipitación que se cometieron en el ultimo cuarto decantaron la balanza hacia el bando visitante.