¿Quo vadis, Força Lleida?

La derrota de anoche en el Barris Nord –la octava de la temporada y la sexta de forma consecutiva– ha hecho sonar todas las alarmas en la sede del Força Lleida. Perder forma parte del juego y del deporte, pero hacerlo del modo en que el equipo de Jorge Serna lo hizo ayer delante de un capitidisminuido Liberbank Oviedo es imperdonable.

Por primera vez esta temporada, la afición, la poca que se acercó esta vez al Barris Nord, despidió al equipo con una sonora pitada y los primeros pañuelos blancos salieron a relucir en las gradas en señal de protesta por una actuación lamentable y fuera de todo contexto. No era para menos. El Oviedo llegó a Lleida con tan solo cinco jugadores del primer equipo y dos canteranos. No pudo disponer de rotaciones, pero el cansancio no hizo mella en el equipo asturiano, mientras sí que bloqueó a nuestros jugadores.

Era una oportunidad de oro para sumar una victoria y romper de una vez por todas la racha de cinco derrotas consecutivas. Pero no pudo ser por la errónea lectura que hicieron el técnico y sus ayudantes, el deplorable primer cuarto que jugó el equipo (17-31) y la falta de instinto killer cuando nos pusimos cuatro puntos arriba en el tercer cuarto.

¿Qué le está pasando al Força Lleida? Hay que tomar decisiones porque si se siguen haciendo las cosas de la misma manera no se obtendrán resultados diferentes. Tan responsable es el entrenador como la totalidad de los componentes de la plantilla, y la directiva tiene que mover ficha si no queremos caer en el pozo de la clasificación y perder la categoría. Es el momento de preguntarnos: ¿Quo vadis, Força Lleida?

El próximo viernes ante el colista Marín Peixe Galego no se puede volver a errar. Prohibido perder.