LA CONTRACRÓNICA
El valor de un empate
Cuando un partido de fútbol acaba en empate, el punto que suma cada uno de los equipos no tiene el mismo valor. Si vas ganando, como ayer el Lleida en el campo del Espanyol B, y además has tenido la oportunidad de ampliar la ventaja, el punto parece que vale menos. Si por contra vas perdiendo y empatas en el tiempo añadido, el punto se revaloriza. Aunque a efectos prácticos, cada equipo añade uno a su casillero.
Después está el valor que ese punto adquiere en la jornada siguiente. El equipo que empata fuera, como ayer el Lleida, piensa que, ganando en casa el próximo partido, da más valor al punto anterior. Por contra, si el que ha empatado en casa pierde en su siguiente salida, le resta valor, aunque lo hubiera salvado de penalti riguroso, como fue ayer el caso del Espanyol B en la Ciutat Esportiva Dani Jarque.
Es cierto que el Lleida mereció ayer regresar de Sant Adrià con más puntos. Jugó bien, se adelantó por dos veces, pero no supo matar el partido y lo pagó caro.
Pocas veces los tópicos tienen tanta certeza como en el fútbol. Los que las han visto de todos los colores siempre dicen que, si no puedes ganar, al menos no pierdas. Muchas veces se recurre al no menos clásico “esto es muy largo”, “lo importante es dónde estemos en mayo”. Y es verdad. Al final de la temporada puntos como el de ayer también se revalorizan. Lo importante es que el Lleida no ha perdido en este 2020. Ahora toca seguir la racha el miércoles en La Nucía.