LA CONTRACRÓNICA
Paso a paso
En un fin de semana en el que los fanáticos del baloncesto desearíamos más tiempo, el capricho del calendario nos ha deparado un ‘superclásico’ de la categoría: otro duelo contra el Palencia. Un Palencia ‘post Otegui’ que, sorprendentemente, no encabeza la tabla clasificatoria, de momento. Entre la Copa del Rey de la Liga ACB y el All Star Weekend de la NBA cualquier aficionado de verdad consigue hacer un hueco en la complicadísima agenda de partidos para disfrutar de uno de los choques más atractivos de la temporada. La gran rivalidad y el respeto mútuo han caracterizado estos enfrentamientos y así debe seguir siendo. Les tenemos ganas.
Lamentablemente y por razones distintas no pudimos ver en la pista a los dos únicos leridanos de la plantilla. Martí que progresa adecuadamente en su recuperación, y Lafuente, incomprensiblemente cedido a Logroño, no disputaron el partido. Desde la llegada de Aranzana, el equipo transmite cosas diferentes y positivas, y si los resultados consiguen acompañar y las lesiones nos respetan deberíamos abandonar con rapidez la delicada zona clasificatoria en la que todavía nos encontramos. Lo positivo, en mi opinión, es que los jugadores creen en lo que hacen, saben a lo que quieren jugar y se ven capaces de solucionar casi cualquier situación que se les presente en el campo. Y, por supuesto, el magnífico estado de forma de Feliu que, además de sumar en el ámbito personal, sospecho que tiene mucho que ver en la recuperación mental del grupo.
Con el escozor todavía vivo del cruel final del partido de la primera vuelta, una victoria frente a un rival tan cualificado como Palencia hubiera hecho crecer la confianza del equipo y la fe de la afición. Paso a paso. Ahora mismo solo necesitamos ganar. ¡Feliz súper fin de semana de baloncesto amigos!