Críticas y unidad

Mi admirado Oscar Wilde, el genial escritor irlandés, maestro también en el uso de la ironía, dijo: “Resulta de todo punto monstruosa la forma en que la gente va por ahí hoy en día, criticándote a tus espaldas por cosas que son absolutamente y completamente ciertas”. Es obvio que a nadie le gustan las críticas o los reproches, aunque como también afirmó Sir Winston Churchill, “las críticas no serán agradables, pero son necesarias”. Pero ante ellas, lo primero que cabe preguntarse es si tienen razón.

En el Lleida Esportiu siempre han llevado muy mal las críticas. Son más de “adhesiones inquebrantables”, ya se sabe, “o conmigo o contra mí”, sin caer en la cuenta de que hay otra vía, la de los que no están contra tí, sin que necesariamente ello quiera decir que están contigo incondicionalmente y renunciando a cualquier razonamiento crítico.

Cuando entran en juego denuncias por presuntos impagos o presuntos incumplimientos de las obligaciones con el fisco o con quien sea, ya no se trata de críticas. Ya será la justicia quien diga en su momento si el denunciante tiene razón en sus reclamaciones.

Choca todo ello con las continuas peticiones de unidad, con frases reiterativas, por obvias, de que “juntos somos más fuertes” o las referencias a la “magia” de un Camp d’Esports lleno. ¿Lleno de qué?, ¿de aficionados sin opinión? salvo, claro está, que esta sea la del “amén a todo”. El ascenso no solo se gana en el campo.