¡Sí, lo hicieron bueno!

Si existe un deporte cargado de tópicos que, no por no ser ciertos, acaban resultando más una excusas que una verdad, es el fútbol: “No hay enemigo pequeño”, “los partidos duran hasta que se acaban”, “no supimos aprovechar las ocasiones”, “la mala suerte no es entrenable”, “el fútbol es así”, o, el que más rabia da (al menos a mí) es el de “este empate (fuera de casa cuando se debería haber ganado) hay que hacerlo bueno ganando el siguiente partido”. Después de no haberle sabido ganar al Prat, penúltimo y el equipo más goleado en su casa, los jugadores, técnico incluido, se agarraron a ese tópico para hablar del siguiente compromiso en el Camp d’Esports. Y mira por donde fueron capaces de pasar por encima de un Villarreal B, por delante de los de Molo, y que ya puede “presumir” de ser el único equipo, por ahora, al que el Lleida le ha ganado los seis puntos en juego.

Ayer jugó uno de los mejores partidos del campeonato, suma 15 de los últimos 24 puntos disputados y tan solo ha perdido un encuentro, el aplazado en La Nucía. Eso hace, unido al resto de resultados de la jornada, que ahora mismo el Lleida se coloque a tan solo cuatro puntos del liderato y a tres del segundo, tercer y cuarto puesto. O lo que es lo mismo, que a diez jornadas del final, todo es posible aunque los de Molo harían bien en abandonar la media inglesa –tres de cada seis– porque con la puntuación de tres puntos no sirve de tanto aquella teoría que popularizó Terry Venables.