LA CONTRACRÓNICA
Actitud frente a la Covid
Decía Molo hace un par de semanas en la previa del debut del Lleida en la Liga que el azar sería un factor importante esta temporada tan atípica. Venía a significar el técnico almeriense que este año la Covid puede aparecer en cualquier equipo, en el suyo incluido, en el momento más inesperado, con todos los problemas que genera a la hora de alterar el calendario y la planificación. Inmediatamente, el entrenador azul quiso dejar claro que sus hombres estaban preparados para el doble reto de esta temporada, el deportivo y el psicológico, en una temporada que va a ser una montaña rusa de emociones. En otras palabras, Molo quería decir que el equipo tiene actitud. La que a él le caracterizaba en sus tiempos como futbolista y el mejor antídoto para combatir la incertidumbre. De hecho, la manera en la que estamos dispuestos a comportarnos y obrar los seres humanos es lo que nos hace diferentes ante la vida.
El conocido experto en coaching, motivación y liderazgo, Víctor Kuppers, afirma que “yo sí creo en la suerte, hay personas que tienen mala suerte y otras que tienen mucha suerte; pues yo soy de estas últimas, yo soy el del churro”. Y da la receta, sencilla de aconsejar pero no tanto a la hora de llevarla a la práctica: “Lo normal”, dice Kuppers, “si no tienes un drama en tu vida, es vivir con pasión, con ganas, con ilusión; no es lo habitual pero sí lo normal y uno tiene que aspirar a ser normal”.
Otro ejemplo más de lo importante que es tener actitud. Richard Wiseman, investigador británico y profesor del entendimiento público de la psicología en la Universidad de Hertfordshire (Reino Unido), explica en su libro Nadie nace con suerte que la suerte es un producto de nuestros pensamientos y de nuestro comportamiento. No es algo con lo que nazcamos o no, pero sí una cualidad que podemos desarrollar y él habla de mantener una actitud consistente. Se trata, dice Wiseman, de “adoptar una actitud resiliente que transforma la mala suerte en buena”.