La vacuna, a punto

De la misma forma que los investigadores y científicos están haciendo esfuerzos para avanzar en sus tesis hacia la búsqueda de una vacuna anti-Covid que pare la sangría de este virus infecto que nos agobia y paraliza, los componentes y responsables del Força Lleida –salvando todas las distancias evidentemente– hacen lo mismo con la pandemia de resultados que afecta al equipo y lo sitúan en la parte baja de la tabla. Ni siquiera el hecho de disponer de un entrenador ‘top’ con amplia experiencia y conocimientos como Gustavo Aranzana era un antídoto para parar la hemorragia de resultados negativos que teníamos. Lleida ya no puede excusarse en ser un destino de baloncesto novato e inexperto. Hemos pasado por la ACB y somos un club experimentado en la LEB Oro. El presupuesto y los recursos tampoco tendrían que ser un impedimento. Otros clubes como Manresa, en la ACB, o Almansa, en LEB, sacan rentabilidades altas de cajas escasas.

Después de un inicio preocupante y con dos bajas claves como Vecvagars y Miki Feliu, el equipo dio la cara en un pabellón frío, vacío y extraño ante un gran equipo como el Granada, confeccionado para luchar en la parte alta. La gran actuación coral de todos, sin excepción y en particular del dominicano Eddy Polanco –ayer se consagró– hicieron doblegar la rodilla a los andaluces.

Ya tenemos la primera victoria en el bolsillo. Ha llegado cuando más falta hacía y con un equipo mermado por las lesiones que logró sobreponerse. Conclusión: tenemos base firme para seguir creciendo y fe en un sistema de juego valiente, versátil y sólido que no tenga caídas de tensión a lo largo del partido. Ayer, el silencio en el Barris Nord se rompió con el grito de “¡victoria!”. La ‘vacuna’ está al llegar.