LA CONTRACRÓNICA
La importancia de los roles
En el anterior artículo me atrevía a comentar que, a mi parecer, en la presente temporada el Força Lleida había armado la mejor plantilla de estos últimos años. No en vano, sus rivales no se quedaban atrás, y la Liga parecía retomar un alto nivel con la posibilidad de ofrecer aquel brillante espectáculo que brindó en sus inicios. Con los primeros partidos jugados, y gracias, afortunadamente en estos tiempos, a una mayor cobertura tanto televisiva como de plataformas audiovisuales, los aficionados hemos podido conocer las incorporaciones con las que se ha reforzado el equipo.
El cambio más profundo se ha producido en la pintura, donde los cuatro jugadores interiores debutan en el equipo. Si bien se tratan todos ellos de excelentes jugadores, el hecho de que sean muy interiores y la poca amenaza que poseen desde la linea de tres puntos, hace que el center Buchanan carezca de espacio para ser todavía más determinante dentro de la zona. En el perímetro, tanto la posición de escolta con Vecvagars y Polanco como la de alero con Feliu, Vinicius y Sierra, están excelentemente cubiertas, se complementan y son garantía de poder competir con éxito ante los mejores jugadores de la Liga. Chapela y Sans en la posición de base son los jugadores por los que el club ha apostado para dirigir al equipo. Aunque ambos han demostrado tener capacidad suficiente para sumar, el hecho de que tengan, en ocasiones, más mentalidad para anotar que para dirigir hace caer al equipo en precipitaciones y encadenamiento de errores. Este equipo posee el talento suficiente, tanto en la pintura como en el perímetro, y puede permitirse prescindir de que los bases anoten y de esta forma puedan concentrarse en leer el partido, controlar el ritmo de juego, asistir y hacer mejores a los compañeros.