LA CONTRACRÓNICA
Atacar defendiendo
Acción que provocó el penalti que permitió al Lleida empatar el partido.
El exfutbolista y actual entrenador inglés, John Gregory, probablemente no llenará muchas páginas en las enciclopedias futbolísticas. Aunque jugó profesionalmente entre 1972 y 1990, siempre en equipos ingleses y llegó a ser internacional, no ganó títulos ni jugó con los “grandes”. Si conquistó, como entrenador, la Superliga de la India (2017-18). Pero Gregory dejó una de esas frases que deben aplicarse los entrenadores: “Los delanteros ganan partidos. Los defensas ganan campeonatos”.
Incide en ella a que el papel de una buena defensa es clave en los éxitos de un equipo. Johan Cruyff solía decir que no le importaba encajar dos goles, porque su equipo marcaría tres. Pero no es lo habitual y dudo que ni los técnicos más ‘cruyffistas’ tengan esa sentencia en su decálogo. A nadie escapa, como afirmaba Mané, que si no encajas un gol en un partido, como mínimo tienes asegurado el empate. Se trata de aplicar esa sentencia que asevera que “el mejor ataque es una buena defensa”.
El Lleida es un buen ejemplo de la necesidad de contar con una defensa infranqueable. Es el segundo equipo que marca más goles en este subgrupo –trás el Nástic–, pero es el que más encaja, motivo por el que, sin duda, no lidera la clasificación. Ayer pudo salvar un punto en un partido en el que encajó dos goles más. Ha recibido 11 en 7 encuentros. Son demasiados.
