LA CONTRACRÓNICA
Sangre caliente
Empezar los ciclos con dinámicas positivas siempre es síntoma de confianza en un futuro prometedor. Conseguir la victoria el primer partido del año y la forma en la que el equipo afrontó ayer el segundo tiempo debe hacernos pensar en conseguir objetivos ambiciosos. Y es que la reciente incorporación del venezolano Michael Carrera, bajo mi punto de vista, dota de mayor equilibrio al equipo en varias facetas.
En su primer partido, y dejando de lado el mayor o menor acierto que pueda ofrecer un jugador en su debut, demostró que tiene capacidad para complementar y mejorar al equipo, tanto en defensa como en ataque. Se trata de un jugador de los etiquetados de “sangre caliente”, capaces tanto de lo mejor como a veces de lo no tan bueno, pero sin duda esa clase de jugadores que todo entrenador quiere tener en sus filas, no solo por su actitud e implicación, sino también porque demostró no estar falto de talento. Quizás en defensa tenga que suplir su falta de centímetros con esa gran intensidad que demostró en la pintura y que le permite ser un gran reboteador. En ataque, con su capacidad de jugar de fuera a dentro, poniendo el balón en el suelo o tirando de tres, dotará de más espacios a Buchanan.
Desde principio de temporada comenté que esta plantilla era la más compensada de los últimos años y ahora, con el venezolano, todavía más. Para ello debe concentrarse en algunas fases del partido en el aspecto defensivo y es que encajar 78 puntos ante el Palma quizás puedan parecer demasiados. La mejora en la defensa del bloqueo directo (que ya se mejoró en la segunda parte) y no otorgar tantas opciones de rebote al rival son aspectos que deben trabajarse en los entrenamientos para poder conseguir victorias los días que no se tenga tanto acierto en el tiro.