Aplausos ante las adversidades

A mediados de octubre, cuando se iniciaba la competición, se intuía y era obvio que esta Liga estaría caracterizada por incertidumbres y aplazamientos de partidos, como consecuencia de la pandemia que ya dura un año. Han sido varios los equipos que se han visto perjudicados a lo largo de la temporada y este hecho ha supuesto una alteración importante de la propia competición.

El Força Lleida no se ha librado del ataque del “malvado virus” y han sido numerosos los integrantes de la plantilla que se han visto afectados y, más inoportunamente, en el último tramo de esta primera fase de competición, cuando el equipo tenía opciones de clasificarse para el grupo de ascenso.

Cuando ya todos los equipos están esperando nuevo calendario, la derrota de anoche en Huesca nos obligará a competir en la segunda fase en el grupo de permanencia, aunque no sin antes jugar los dos partidos que todavía quedan pendientes ante Girona y Canoe.

En todas las contracrónicas de esta temporada hemos manifestado que este equipo, es con diferencia, el mejor de las últimas temporadas. Y todavía hay tiempo de demostrarlo a pesar de las adversidades sufridas. Ahora es momento de rearmar al equipo, recuperar su tono físico y su nivel de juego y competir al máximo nivel en esta segunda fase para alcanzar la primera plaza del grupo, que da acceso al play off de ascenso.

Con todas las bajas y dificultades que el Força Lleida presentaba ayer, no se le puede más que aplaudir por el derroche de energía que desplegó. En los minutos finales, algunas decisiones arbitrales beneficiaron al equipo local y les ayudó a lograr la victoria. Aún así, a falta de 27 segundos y un punto abajo, Aranzana, muy valientemente, ordenó defender los 24 segundos. No sé si era la mejor opción.