LA CONTRACRÓNICA
La fiesta del baloncesto
El que tenía que ser un partido más de la fase regular se convirtió ayer tarde –en horario del todo irregular–, en una fiesta del baloncesto. Por primera vez después de 5 meses, los aficionados pudieron presenciar en directo la confrontación de su equipo con el Canoe, justo cuando la temporada ha llegado al final de la primera fase clasificatoria para los play off y por la permanencia, donde los nuestros merecían mucho más.
Situación del todo extraña poder comprobar como los socios y amantes de la canasta se saludaban con efusividad, luciendo la mejor de las sonrisas, comentaban la jugada con pasión y disfrutaban de una socialización deportiva que nunca debía haber tenido esta etiqueta de sorpresa. Tan solo un centenar de aficionados en la gradería. Es cierto. Me recordó el partido europeo del Caprabo Lleida con el Makedonikos griego, con Vecvagars haciendo de Berni Álvarez en los triples.
La pandemia nos ha parado el reloj y, a la vez, ha acelerado el ritmo de nuestras vidas. Ayer, no obstante, hubo momentos en los que la necesidad de recuperar parte del tiempo perdido se manifestó en gritos de apoyo al equipo, como si nos diéramos todos ánimos para salir de este túnel en el que el Força Lleida, roto por la Covid y maltratado por el estamento federativo y arbitral, sacó fuerzas de donde no había para acabar derrotando al Canoe en una primera parte primorosa.
A pesar de la debilidad física post-Covid, el equipo dio la cara y superó claramente a los madrileños, con un Vecvagars estelar en el triple. Al final hemos podido degustar el nivel de este jugador llamado a ser determinante en la segunda fase, que comienza el fin de semana contra el Ourense. Solo podemos decir: gracias equipo por vuestro compromiso y ahora, más que nunca, ¡Força Lleida!