LA CONTRACRÓNICA
“Lo Domènech”
Todas las derrotas son dolorosas, especialmente en el baloncesto profesional, donde el objetivo más importante es ganar. Casi siempre, o sin el casi, preferimos ganar jugando mal que perder tras un buen partido.
Ayer el baloncesto fue cruel, duro e injusto con el Força Lleida tras los últimos acontecimientos acaecidos. Un periodista de la ciudad en cierta ocasión me comentó que tan solo era necesario ver el último minuto de un partido de baloncesto porque es cuando se decidía todo.
Afortunadamente para los que somos amantes de este deporte, los partidos ofrecen espectáculo más allá de los últimos 60 segundos. Ayer en Ourense, a un minuto para el final y con 61-66, un parcial de 8-3 se nos llevó el partido a una sorprendente prórroga.
Si bien ejecutar de forma correcta los detalles es importante durante todo el partido, cobran incluso más importancia en el tramo final. Tener en pista buenos lanzadores en el tiro libre, realizar cambios tácticos de jugadores entre el ataque y la defensa, realizar tiros desde las posiciones de gran porcentaje de acierto, no permitir canastas fáciles y poner a los mejores defensores en la cancha son consignas y detalles que se entrenan durante la semana y que hacen ganar o perder partidos en un tramo de la temporada donde estamos presenciando muchos finales apretados.
Posteriormente, la prórroga se la lleva el equipo que mentalmente es más fuerte y que generalmente no es otro que el que la fuerza.. No quiero finalizar este artículo con un pequeño homenaje a “lo Domènech”, ilustre entrenador leridano que nos ha dejado recientemente y que transmitió con maestría los valores de nuestro deporte. Allí dónde te encuentres Francesc seguro que seguirás disfrutando del baloncesto.