LA CONTRACRÓNICA
Volver a empezar
La pasada semana arrancó una nueva temporada de baloncesto y ya es la décima en la que el Força Lleida participa en la LEB Oro, después de su creación en el verano del 2012. Ha habido temporadas buenas y otras de no tan buenas. La mejor fue la campaña 2014-15, cuando se alcanzaron las semifinales por el ascenso a la Liga ACB, cayendo frente al Ourense. Las peores fueron las que consumaron dos descensos deportivos, en la 2015-16 y en la pasada 2020-21, aunque en ambas ocasiones se consiguió la permanencia en los despachos.
Para este nuevo proyecto, el club sigue confiando, una temporada más, en la figura de su director deportivo, Joaquín Prado, que, a falta de completar el equipo, ha arrasado con todo hasta el punto que solo un jugador, el venezolano Michael Carrera, continúa en el roster del equipo, convirtiéndose en el jugador de referencia.
No es nada común en el mundo del baloncesto construir un equipo nuevo a partir de un ala-pívot, aunque sin ir más lejos en la Liga ACB el FC Barcelona lo ha hecho recientemente con Nikola Mirotic. Tradicionalmente y de forma común, los equipos suelen configurarse a partir de una columna vertebral formada por base, alero y pívot, pues contar con jugadores de calidad en estas tres posiciones da ciertas garantías en cuanto al rendimiento posterior del equipo a lo largo de la competición.Ya quedó demostrado al final de la pasada campaña que tener en nuestras filas al jugador venezolano es un lujo.
Se trata, sin duda, de uno de los mejores de la segunda máxima competición estatal, pero ahora debe demostrar que sabe ser el líder que necesita el equipo, tanto en la pista como dentro del vestuario.
No le será tarea fácil, en una edición que se me antoja complicada para el joven entrenador Gerard Encuentra, que debuta en la LEB Oro. Suerte.